McIlroy luchó las últimas semanas por la PGA, y luego se convirtió en su símbolo: Ganar es difícil. ¡Scottie es un gran tipo!

El PGA Tour ya conoce a un nuevo campeón para esta temporada, un jugador norirlandés de treinta y tres años. Rory McIlroy ha tenido una temporada muy ajetreada. Consiguió triunfar en los playoffs de la FedEx Cup a pesar de haber estado muy ocupado fuera del campo de golf en los últimos meses.

McIlroy se ha convertido en uno de los rostros más conocidos del PGA Tour en los últimos tiempos. Pero no porque lleve en el circuito desde 2010, o porque ya haya ganado cuatro majors y, a estas alturas, tres victorias en la FedEx Cup.

El mundo del golf se vio sacudido a principios de año por la llegada de un nuevo evento competitivo llamado LIV Golf. Con el afán de conquistar el mundo del golf, ofrece a los jugadores unas ganancias económicas con las que nunca antes habían soñado. Muchos de los ases mundiales como Dustin Johnson, Phil Mickelson y más recientemente Cameron Smith han dado el visto bueno a la generosa oferta.

Pero Rory McIlroy no se dejó tentar por la competición, subvencionada por el Fondo Público de Arabia Saudí. Además, fue uno de los pocos que apoyó el PGA Tour por principios. Decidió luchar por él.

Además, él y Tiger Woods presentaron recientemente al mundo un nuevo evento llamado TMRW, al que siguió, dos días después, la creación de la nueva competición de golf TGL, que verá la luz en todo su esplendor en enero de 2024.

El plan de Woods y McIlroy ha sido criticado por algunas personas, ya que podría suponer un conflicto de intereses. En otras palabras, los dos famosos golfistas son los que inventaron la competición, pero también son los primeros participantes confirmados que pueden ganar generosas recompensas con ella.

Al mismo tiempo, sin embargo, el proyecto se ha presentado para ir de la mano del PGA Tour. Igualmente, ésta es una de las novedades diseñadas para evitar una mayor fuga de jugadores hacia LIV Golf. Muchos aficionados, sin embargo, apuntan a su nuevo negocio como la mayor razón por la que ambos se han posicionado tan en contra del LIV.

Recordemos que Tiger Woods rechazó una prima de fichaje de entre 700 y 800 millones de dólares de un competidor, mucho más de lo que ha ganado nunca en su carrera en el PGA Tour.

Sin embargo, tanto él como McIlroy han declarado en repetidas ocasiones que el golf no es en absoluto una cuestión de dinero. Ambos reconocen el honor y la tradición del PGA Tour que les ayudó a convertirse en los jugadores más célebres de la historia moderna. Son prácticamente continuadores del legado dejado por jugadores de la talla de Jack Nicklaus y Arnold Palmer.

LA EVASIÓN DE LA REALIDAD COMO CAMINO HACIA LA VICTORIA

A diferencia de Woods, esporádico en el campo desde su accidente de coche del año pasado, McIlroy sigue luchando por grandes victorias en el Tour. Y ha logrado una de ellas en un momento en el que hay mucha expectación en torno a él y a su amado juego.

El propio McIlroy dijo tras su victoria en Atlanta que los últimos meses han sido realmente difíciles. Y que prácticamente sólo el juego en el campo ha sido capaz de llevarle a evadirse de la realidad, ya que todo el golf ha vivido momentos muy duros últimamente.

«Han sidotiempos tumultuosos para el mundo del golf profesional masculino. Yo estaba justoen medio»,comentó Rory a golf.com tras su gran victoria.

Pero nada de eso inquietó al fenómeno irlandés. Si ha dicho algo en las últimas semanas sobre su orgullo por el PGA Tour y su historia, lo demostró con sus acciones en el campo del Tour Championship el domingo. No cayó de rodillas cuando estaba a seis golpes del líder Scottie Scheffler al comienzo de la ronda final.

Mostró su carácter de campeón tras su victoria. En lugar de saltar exuberantemente al cielo, se limitó a levantar simbólicamente los brazos y luego los dirigió en dirección al padre de su oponente Scheffler. Debería haberle dicho después del gran triunfo que lamentaba su victoria, porque Scottie también se la merecía por su fantástica temporada este año.

Continuó con sus palabras de agradecimiento tras el Tour Championship:«Creo que Scottie se merecía al menos la mitad de la victoria de hoy. Me siento un poco mal por haberle empujado al asiento del perdedor. Es ungran jugador y un tipo aún mejor«, demostró su carácter el flamante ganador de la FedEx Cup.

«Todo el mundo habla de lo divertido que es ganar. Pero no lo es», dijo el ex jugador y analista de golf Paul Azinger, de la NBC. «Eslo más difícil del mundo, junto a ser divertido«, añadió sobre McIlroy.

Fuente: PGA Tour, golf.com