VÍDEO: Arteta corrió a por Xhaka: Quiero derribar a Richarlison, explicó el bulldog suizo

Granit Xhaka es Granit Xhaka. Un exaltado que de vez en cuando explota. El hecho de que los seguidores de los Gunners no se cansen de él este año no cambiará eso, y por fin está cumpliendo aquello para lo que la directiva le compró hace tantos años. En el derbi del domingo contra el Tottenham (2:0), volvió a confirmar que ni siquiera las buenas actuaciones le han calmado definitivamente.

El partido fue como todos los derbis del norte de Londres muy acalorado. Los jugadores y los aficionados locales se estaban poniendo nerviosos a medida que se acababa el tiempo, el árbitro principal también influyó en ello.

Cuando tras el pitido final el guardameta de los Gunners Aaron Ramsdale hizo un gesto de celebración hacia los aficionados de los Spurs (que le abuchearon durante el partido), Richarlison corrió hacia él y empezó a empujarle.

Se produjo un tumulto en el que Ramsdale recibió una patada en la espalda de uno de los hinchas del Tottenham. El entrenador Mikel Arteta hizo frente a la situación arrastrando a su portero. Pero cuando se dio la vuelta, volvió corriendo consternado mientras Granit Xhaka continuaba su discusión con los airados jugadores rivales.

Xhaka hizo un gesto hacia el campo de los Spurs que claramente pedía silencio. Su entrenador intuyó la amenaza de una tarjeta roja y le alejó de la hinchada blanca. El centrocampista suizo argumentó diciendo que quería derribar a Richarlison.

Arteta sabía por qué tenía que correr a por Xhaka. Al fin y al cabo, el capitán de la selección suiza en 275 partidos ha acumulado 74 tarjetas amarillas y cinco rojas. Y una gran parte de ellas fueron sólo por gestos provocativos o comportamiento inapropiado.

Pero por lo demás, Xhaka ha estado en racha esta temporada. Ha calmado su cabeza y en el centro del campo se asocia soberanamente con Thomas Partey. Al mismo tiempo, es un líder claro en un equipo joven que asume la responsabilidad en los momentos clave.

Fuente: Twitter