Una victoria simbólica El entrenador de Alcaraz revela por qué Zverev era un pupilo problemático

La final del Abierto de Francia entre Alcaraz y Zverev tuvo una trama interesante. Juan Carlos Ferrero, que entrena a Alcaraz, estuvo anteriormente a cargo de su rival en la final. ¿Por qué disfruta más trabajando con su compatriota que en la etapa anterior de su carrera como entrenador?

Zverev como jugador

Alexander Zverev es un gran tenista. Es campeón olímpico y, sobre todo en el Abierto de Francia, ha demostrado muchas veces una gran fortaleza.

Hace dos años se lesionó en el legendario duelo de semifinales con Nadal. Este año se enfrentó a Alcaraz por el título en Roland Garros.

Y fue el entrenador de Alcaraz, Ferrero, quien anteriormente entrenó al de Hamburgo. El español también reveló cuál fue la causa del cese de sus servicios al espigado tenista.

En primer lugar, el problema es su inconsistencia. Según Ferrero, esta característica le predispone a jugar largas batallas a cinco sets en los majors.

Zverev también se deja distraer por muchas cosas. El español cita como ejemplos las llamadas telefónicas o las redes sociales.

«También chocamos por falta de puntualidad y respeto a mi equipo«, añade el ganador del Abierto de Francia en 2003. Y fue el Abierto de Francia de este año el que deparó un duelo simbólico entre Alcaraz y Zverev en la final.

Una final simbólica

Ferrero estuvo en el bando ganador, su actual pupilo derrotó al alemán en cinco sets. Alcaraz escribía así otro interesante capítulo del tenis mundial con letras de oro.

Pero no sólo es simbólico a quién derrotó en su último partido. Zverev volvía a ir ganando 2:1 en sets y no pudo convertir un partido prometedor en su primer título de Grand Slam.

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