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Europa League

Un triunfo inesperado! 5 factores que aseguraron el pase de la República Checa a cuartos de final

Pocos confiaban en la República Checa contra Holanda. Sin embargo, los pupilos de Jaroslav Šilhavy jugaron su mejor partido del torneo y eliminaron inesperadamente al rival favorito. Por primera vez desde la famosa Eurocopa 2004 ganaron un partido en la fase eliminatoria.

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Pocos confiaban en la República Checa contra Holanda. Sin embargo, los pupilos de Jaroslav Šilhavy jugaron su mejor partido del torneo y eliminaron inesperadamente al rival favorito. Por primera vez desde la famosa Eurocopa 2004, ganaron un partido en la fase eliminatoria. Por primera vez en la historia, los holandeses no dispararon a puerta en un partido de la Eurocopa o del Mundial. ¿Qué decidió el partido?

1. Una entrada clave de Vaclik y la tarjeta roja a De Ligt

El minuto 55 decidió la suerte de esta semifinal. Holanda rompió por fin la sólida defensa de su rival y Malen se lanzó a por Vaclik. Pero el oriundo de Ostrava logró tapar su despeje y echó por tierra esta gran ocasión. Acto seguido, mandó a su equipo a la contra.

Nuestro equipo llegó a la portería holandesa, De Ligt se confundió y tocó con la mano delante de la embestida de Schick para impedir su escapada. El VAR confirmó entonces la falta de De Ligt y el árbitro acabó mostrándole la tarjeta roja. Un momento crucial que puso a la República Checa en el juego de poder.

2. Gran táctica del seleccionador Šilhavy

El seleccionador nacional suele dividir a los aficionados. Hay quienes le admiran y reconocen su pasado como entrenador. Otros le critican en exceso y dudan de sus cualidades. Sin embargo, merece un gran reconocimiento por el partido contra Holanda. Organizó el equipo con una táctica que funcionó a las mil maravillas.

Sus pupilos jugaron de forma activa, su pressing funcionó bien y no dieron casi espacio a los holandeses. El rival no consiguió hacer su juego en ningún momento. Sus estrellas ofensivas, como Depay y Wijnaldum, fueron prácticamente invisibles. Excelente táctica, entrega, combatividad, ningún respeto por el rival. Gran trabajo tanto de los jugadores como de todo el cuerpo técnico.

3. Los cambios correctos en la alineación titular

Šilhavy se vio obligado a realizar algunos cambios antes del comienzo de los 8os de final. Boril fue sustituido por el experimentado Kadeřábek, el lesionado Darida fue reemplazado por Barák y el deslucido Jankt fue sustituido por Ševčík. Todos los sustitutos jugaron al límite y superaron todas las expectativas.

Kadeřábek estuvo sin carga de juego, jugó por su pierna, además contra el gran Dumfries. El defensa checo superó perfectamente estas circunstancias. Dumfries sólo le atravesó una vez, por lo demás le defendió bien, ganando casi todos los duelos de cabeza. El recién llegado Barak volvió a elevar su juego ofensivo. Estuvo mucho más creativo que Darida. Hizo que nuestro ataque fuera mucho más peligroso.

Ševčík también jugó muy sólido. Sin estos cambios, no habríamos llegado a cuartos de final. Estos jugadores han rendido al máximo y deberían ser titulares en cuartos de final.

4. Frenar la presión inicial del rival

Holanda tuvo un gran comienzo y quiso marcar un gol rápido. Incluso crearon varias ocasiones, pero nuestra selección supo resistir. Después de unos 20 minutos, el equipo se adaptó al estilo de juego del rival e incluso consiguió igualarlo. Con el paso del tiempo, la presión del favorito se debilitó y la República Checa empezó a dominar más el juego.

Schick y sus compañeros empezaron a tener más confianza, mientras que el rival empezó a tener dudas. A ello contribuyó una excelente actuación del equipo, apoyada en la entrega, la combatividad y la mejora de la calidad individual.

5. Convertir las ocasiones

Estaba claro que este aspecto podía marcar la diferencia en los octavos de final contra Holanda. Y así fue. Sorprendentemente, nuestro equipo creó muchas ocasiones, pero no supo aprovechar las primeras. Más ocasiones llegaron tras la expulsión de De Ligt. Su presión aumentó y llegó el ansiado gol. Holeš marcó tras un saque de esquina bien jugado. Luego fue importante que no hubiera tregua.

Los pupilos de Šilhavy siguieron activos y dominantes, apenas dejaban hacer nada al debilitado rival. Este concepto de juego dio sus frutos y el gol de Schick decidió definitivamente el partido. La ventaja de un solo hombre se aprovechó al máximo y el pase a cuartos de final es bien merecido.

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