Sus padres eran drogadictos, su padre un tirano. Holloway sigue siendo una de las mayores estrellas de la UFC. ¿Cuál es su camino?

Max Holloway es una de las figuras más destacadas y grandes estrellas de la UFC. Ya ha ostentado el título, lo ha defendido varias veces e intentará recuperarlo el año que viene. Pero, ¿cómo llegó a los deportes de combate y cómo es su vida?

Hawai, paz, tranquilidad, relajación. Así es probablemente como todo el mundo imaginaría la vida que Max Holloway ha llevado desde que nació. Pero por desgracia. La ahora estrella de la UFC no tuvo una infancia fácil.

El luchador hawaiano nació en Honolulu, pero creció en un pequeño pueblo llamado Waianae, famoso por las peleas sin guantes. Además, no tuvo demasiada suerte con sus padres. Ambos eran grandes consumidores de drogas.

La madre de Holloway era una gran adicta a la metanfetamina, pero consiguió dejar su adicción con el tiempo. Su padre era peor. Además de drogadicto, se «distinguía» por maltratar a su mujer. Cuando Max tenía 11 años, su padre abandonó a la familia.

Las circunstancias familiares, combinadas con la zona en la que creció este luchador de casi 30 años, fueron una especie de presagio de lo que podría hacer para ganarse la vida. A los 15 años empezó a practicar artes marciales, concretamente kickboxing. Tras tres días de entrenamiento, ganó su primer combate amateur.

Tenía talento, y la transición a las MMA era cuestión de tiempo. A los 19 años, ya estaba 4-0, y Bloody Elbow lo clasificó séptimo entre los pesos pluma en su informe. Así que cuando la UFC le llamó, no fue una gran sorpresa.

Al principio de su carrera, Holloway fue comparado con el ex campeón de la UFC o de la WEC Anthony Pettis. A los 20 años, debutó en la mejor organización del mundo, convirtiéndose en el luchador más joven en una tarjeta de la UFC.

Fue sustituto de Ricardo Lamas, enfrentándose a otra estrella, Dustin Poirier. Perdió el combate por sumisión. Pero en sus siguientes combates demostró que tiene lo que hace falta para ser un luchador de talla mundial. Logró tres victorias, sólo para seguir con dos derrotas, una de ellas ante Conor McGregor.

Pero después de eso, era una máquina. Max ganó 9 peleas seguidas, derrotando incluso al actual campeón de peso ligero Charles Oliveira, convirtiéndose en el luchador más joven en la historia de la UFC en ganar 10 peleas, y reclamando una pelea por el título. ¿Y contra quién sino Anthony Pettis, con quien se le ha comparado?

El luchador hawaiano, por supuesto, ganó por KO y pudo regocijarse con su cinturón de campeón. Pudo defender el título en cuatro ocasiones, dos contra el legendario José Aldo, una contra Brian Ortega y otra contra Frankie Edgar

En la primavera de 2019, entre sus defensas contra Ortega y Edgar, tuvo lugar una esperada y atractiva revancha con Poirier, Holloway buscaba el campeonato interino del peso ligero. Sin embargo, tampoco ganó la segunda vez, perdiendo la pelea por puntos.

En diciembre de ese año, perdió también su cinturón de peso. Fue derrotado por Alexander Volkanovski tras una gran actuación táctica. Holloway pidió la revancha y la consiguió, pero tampoco la ganó, aunque mostró un rendimiento mucho mejor que en la primera pelea.

Desde entonces ha ganado dos combates, e incluso ha asumido un gran riesgo. En lugar de esperar a una pelea por el título con Volkanovski, aceptó el reto de Yair Rodríguez y se encargó de la que posiblemente sea la mejor pelea de 2021. Pero ahora vendrá la finalización de la trilogía con el campeón australiano.

Una cosa es segura, Holloway es un tipo enormemente simpático que realiza unas peleas espectaculares. Para muchos es un campeón sin el cinturón. Además, es el plusmarquista indiscutible en número de golpes significativos, ha asestado 2842 a sus oponentes, el segundo Edgar tiene 1799.

Max celebrará su 30 cumpleaños a principios de diciembre. Actualmente ostenta un excelente récord de 23-6. Tiene unos cuantos años por delante y sin duda ofrecerá a los aficionados unos cuantos combates fantásticos más.

Fuentes: UFC, Bleacher Report, Wikipedia