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Fútbol

Quien se marcha cedido del Barcelona pierde la oportunidad de triunfar. Hay ejemplos más que suficientes

¿Recuerdas la última vez que un jugador del Barcelona se fue cedido y volvió a brillar en el Camp Nou? Una pregunta que vuelve a suscitar un gran debate en la capital catalana. Sobre todo tras la reciente marcha de Nico González, que se marchó al Valencia cedido por un año.

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¿Recuerdas la última vez que un jugador del Barcelona se fue cedido y volvió a brillar en el Camp Nou? Una pregunta que vuelve a suscitar un gran debate en la capital catalana. Sobre todo tras la reciente marcha de Nico González, que se marchó al Valencia cedido por un año.

Lo cierto es que muchas veces se han marchado jugadores que lo han hecho muy bien cedidos en nuevos equipos. La mayoría de las veces estaban desarrollando su juego, por lo que cumplían con el cometido con el que el Barcelona les dejó marchar.

Por ejemplo, cabe mencionar a Mikel Arteta (PSG 2001/02), Gerard Deulofeu ( Everton 2013/14, Sevilla 2014/15) Cristian Tello (Oporto 2014-16, Fiorentina 2016/17), Munir (Valencia 2016/17, Alavés 2017/18) o Marc Cucurella (Eibar 2018/19, Getafe 2019/20).

En el mismo sentido, hay que añadir que ninguno de estos jugadores logró hacerse un hueco en el mundo y tener una gran carrera en el Camp Nou. El club los vendió nada más regresar, salvo a Munir. Se marchó seis meses después de su regreso.

También está prácticamente Pedri, al que el Barcelona trajo de Las Palmas. Sin embargo, le dejaron jugar una temporada más en Canarias. Pero yo no compararía este caso con las citadas incorporaciones.

Podemos echar la vista atrás más de veinte años y el único ejemplo digno de mención es el de Rafinha. El centrocampista brasileño, hermano del más famoso Thiago que juega en el Liverpool, pasó la temporada 2013/14 cedido en el Celta de Vigo , donde marcó cuatro goles en 33 partidos a las órdenes de Luis Enrique.

Un año después, Luis Enrique se convirtió en entrenador del Barcelona y Rafinha se aseguró un puesto en el primer equipo.

Aunque no era titular, se le utilizaba con bastante frecuencia en la rotación. De hecho, jugó 36 partidos y marcó dos goles. En una temporada en la que el Barcelona conquistó el segundo triplete de su historia. Sin embargo, la temporada siguiente Rafinha sufrió una grave lesión y sólo jugó once partidos.

Aquí empezó su batalla contra las lesiones. Mejor para él fue la temporada 2016/17, en la que consiguió marcar siete goles en 28 partidos y fue uno de los jugadores importantes de su equipo.

Sin embargo, sus frecuentes lesiones le llevarían a no estar disponible para el entrenador muchas veces durante la temporada. En marzo de 2017, Rafinha sufrió una grave lesión de menisco. Un año después, en noviembre, se rompió el ligamento cruzado anterior y en los últimos tres años en el Camp Nou, el vástago de La Masía sólo ha jugado once partidos.

De no haber sido por la lesión, sin duda habría tenido una carrera mucho mejor. En cualquier caso, sigue siendo la mejor respuesta a nuestra pregunta. En los últimos veintitantos años, es el único que ha triunfado parcialmente tras una cesión.

Fuente: Tribune

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