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Fútbol

¿Posición maldita? Capitanes del Arsenal ante rivales y abucheados por su propia afición

Durante esta semana, Pierre-Emerick Aubameyang fue relevado de su capitanía. ¿El motivo? Fue a hacerse un tatuaje en lugar de una sesión de entrenamiento previa al partido. Pero desde luego no es el primer capitán del Arsenal que se porta mal.

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Durante esta semana, Pierre-Emerick Aubameyang fue relevado de su capitanía. ¿El motivo? Fue a hacerse un tatuaje en lugar de una sesión de entrenamiento previa al partido. Pero desde luego no es el primer capitán del Arsenal que se porta mal.

Robin van Persie

Tras su fichaje por el Feyenoord en 2001, se convirtió en un auténtico pilar para los Gunners. Marcó 132 goles en sus 11 años con la camiseta, pero consiguió dañar considerablemente su reputación entre los aficionados del Arsenal.

Uno de los máximos goleadores de la historia de la Premier League, recibió el visto bueno del Manchester United en 2012. Justificó su marcha diciendo que quería ganar trofeos.

Van Persie continuó con su gran estado de forma de su última temporada en el Arsenal, cuando se convirtió en el máximo goleador de la liga y disparó al Manchester United a su último título hasta la fecha con sus 26 goles.

Granit Xhaka

El suizo de sangre caliente con raíces albanesas sigue siendo miembro del club londinense, pero no el capitán.

Perdió el brazalete de capitán en 2019 cuando abandonó lentamente el terreno de juego en un partido de la Premier League en condiciones desfavorables. Los aficionados le abuchearon después de la mala actuación, sin embargo, un Xhaka frustrado todavía provocó a los aficionados con gestos y se quitó la camiseta.

Xhaka, sin embargo, se quedó en el club y se calmó bastante, y desde entonces no ha vuelto a mostrar una crisis emocional semejante. Tal vez eso le haga recuperar al menos algunos aficionados.

William Gallas

Llegó al Arsenal a cambio de Ashley Cole, que se marchaba a su rival, el Chelsea, donde Gallas había estado anteriormente.

El Chelsea le acusó de amenazar a la directiva. Al parecer, quería empezar a marcar sus propios goles si no le dejaban libre.

El guardameta francés lució en el Arsenal un dorsal muy poco habitual en él. Heredó el número 10 del legendario Bergkamp, pero no se puede decir que el número 10 se hiciera tan buena reputación en el Arsenal.

Perdió el brazalete de capitán tras criticar públicamente a sus compañeros en una entrevista posterior a un partido.

En 2010, no logró acordar un nuevo contrato con la directiva del Arsenal y se marchó a su rival, el Tottenham Hotspur, para cambiar de aires.

Fuente: Transfermarkt

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