Podríamos perder 0-4 contra Luxemburgo en septiembre, sorprende el seleccionador eslovaco en rueda de prensa

Tras el empate sin goles de Eslovaquia en casa contra Luxemburgo, los aficionados pensaron que nada peor podía ocurrirles. Pero unas decenas de minutos después del pitido final, recibieron otro tirón de orejas, concretamente del seleccionador Francesco Calzona.

Los eslovacos entraron pasivos en el partido, mientras que los luxemburgueses sorprendieron por sus movimientos y su capacidad para combinar bien en espacios reducidos. Los favoritos no tomaron la iniciativa hasta alrededor del minuto 20.

Y los eslovacos tuvieron sin duda grandes ocasiones para revertir el resultado. Sin embargo, Robert Polievka falló dos oportunidades decentes, al igual que el suplente Robert Boženík al final. El empate fue el resultado de la escasa productividad de los delanteros.

«El rival también tiene la culpa del resultado. Sabíamos que no sería un partido fácil. Los datos eran claros, sabíamos que este equipo ha crecido mucho. Sus jugadores son buenos», declaró Francesco Calzona en la rueda de prensa.

Luxemburgo ha crecido mucho futbolísticamente, teniendo en cuenta su tamaño. En los últimos años, el Dudelange llegó incluso a la Europa League, y los luxemburgueses también juegan en las mejores ligas de Europa.

Sin embargo, los eslovacos, con jugadores del Inter de Milán, el Feyenoord o el Nápoles en la alineación, tienen que vencer a una selección que nunca se clasificará para un gran torneo en su entorno. Pero ni siquiera fue un equipo significativamente mejor.

«El resultado es justo. Nuestro camino es largo, no dejaré que los resultados me afecten. Si hubiéramos jugado este partido en septiembre, podríamos haberlo perdido 0:4,», prosiguió el técnico italiano de los eslovacos.

Los luxemburgueses fueron mejores por momentos, pero no tuvieron ocasiones. Les faltó un mediapunta de calidad que hubiera aprovechado las cualidades del habilidoso extremo Gerson Rodrigues. Los visitantes podrían incluso haber atacado desde un saque de esquina para ganar el partido, pero el árbitro principal dio por concluido el encuentro de forma insensible.

En cualquier caso, los eslovacos no pueden desesperarse por mucho tiempo. El domingo afrontan un partido crucial contra su principal rival por el segundo puesto: Bosnia y Herzegovina. Estos últimos vencieron a Islandia para empezar, pero los eslovacos deben ganarles como sea.

«En cuanto a los jugadores, les he elogiado en el vestuario por su esfuerzo y porque han jugado bien. Sé que tenemos que mejorar, pero hemos dado el cien por cien», declaró Calzona.

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