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Internacional

Para Frenkie de Jong es más difícil jugar con el Barcelona que con Holanda. ¿Está Busquets limitando sus fuerzas?

Desde luego, Frenkie de Jong no rindió de forma óptima tras la llegada de Xavi al banquillo del Barcelona. Comprensiblemente, se empezó a especular con su posible marcha por una sencilla razón. Según muchos, es incapaz de adaptarse y encontrar su sitio en el centro del campo.

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Desde luego, Frenkie de Jong no rindió de forma óptima tras la llegada de Xavi al banquillo del Barcelona. Comprensiblemente, se empezó a especular con su posible marcha por una sencilla razón. Según muchos, es incapaz de adaptarse y encontrar su sitio en el centro del campo.

En primer lugar, hay que dejar claro cuál es la principal arma de Frenkie: sacar el balón jugado. El centrocampista de 25 años es poco menos que excepcional en este juego. Se limita a arrebatar el balón a los defensas y a llevarlo lo más lejos posible, hacia la zona de ataque.

Lo hace por la sencilla razón de ayudar al equipo a salir al ataque y romper la defensa rival. En la temporada pasada, jugó un total de 33 partidos con el Barcelona, en los que sacó el balón en 199 ocasiones, una increíble media de seis sacadas por partido.

Sin embargo, si recibe un pase, es capaz de seguir lidiando con él. En una entrevista reciente, él mismo dijo que le gusta ser el primer jugador en recibir el balón de los defensas. Esto es difícil porque el club barcelonista juega con una formación 4-3-3 y a menudo estos balones pasan primero por Sergio Busquets. Lo vimos idealmente en el último partido entre Holanda y Bélgica.

Frenkie recibió el balón con facilidad desde la banda izquierda, pero en el fondo de su propio campo. Para el Barcelona, recibe el balón con el casco más lejos de su propia portería. Legítimamente, esto limita su espacio y movimiento en el campo. No tiene espacio suficiente para enviar el balón a otros jugadores. Tiene que esforzarse para encontrar espacios y recibir el balón en espacios reducidos. A menudo sometido a una gran presión por parte del rival.

¿Por qué no podemos jugar con el Barcelona de mediocentro defensivo? No funcionará en una formación 4-3-3. Tiene que actuar como escudo delante de la defensa y no puede abandonar su posición a menudo. En otras palabras, no podrá utilizar su habilidad para equilibrar el balón.

Sin embargo, si Xavi puede combinar su juego con Franck Kessie o Nico en un doble pivote, podríamos ver una versión aún mejor de Frenkie. De lo contrario, los aficionados del gran club catalán pueden esperar que el holandés se adapte a una posición ligeramente diferente a la que él prefiere.

Frenkie no es un mal jugador como centrocampista central, box-to-box. No juega mal, ni tampoco por debajo de la media. Simplemente, es probable que no le veamos en esa posición al alto nivel al que nos tiene acostumbrados la selección nacional.

Fuente: Twitter

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