Mucho dinero, cuadras como en la Fórmula 1 o el equivalente a una liga de fantasía. El origen y el futuro del espectacular proyecto saudí LIV Golf

Hasta la fecha, muchos aficionados y expertos no han sido capaces de entender cuál es exactamente la estrategia que se esconde tras el nuevo proyecto LIV Golf, subvencionado por el Estado saudí. ¿Cómo se puede recuperar la inversión de cientos de millones de dólares mientras los torneos de este (hasta ahora) enano del golf con gran potencial se pueden encontrar gratis en un stream de Internet sin publicidad? Las respuestas a muchas de estas preguntas son mucho más profundas de lo que parece.

Preguntas difíciles, pero con respuestas parciales llegaron los redactores estadounidenses de Golf Digest Joel Beall y Dan Rapaport, que entrevistaron a unas 30 personas relacionadas con el PGA Tour y el LIV Golf.

Para entender el fuerte deseo de dominar el golf mundial, hay que comprender que no es un golfista apasionado quien está detrás, sino unos cuantos hombres ricos de Arabia Saudí que disponen de tanto dinero que no se podría contar en una vida.

«Mohammed bin Salman -36 años- es el príncipe heredero, viceprimer ministro y ministro de Defensa de Arabia Saudí. Su padre, Salman bin Abdulaziz, es el rey del país, pero bin Salman es considerado el gobernante de facto. Su ascenso al poder en la última década ha transformado la vida social y empresarial del reino, al tiempo que ha reforzado la posición del país en la escena internacional como potencia geopolítica», así es como Golf Digest describe la cúspide de todo el proceso, llamada LIV Golf.

Todo el proyecto forma parte del gran programa Visión 2030, que acaba de desvelar Bin Salman. En cierto modo, se trata de un gran proyecto para convertir a Arabia Saudí en uno de los países más poderosos del mundo. Se trata de un marco estratégico para reducir la dependencia saudí del petróleo, diversificar su economía y desarrollar sectores de servicios públicos como la sanidad, la educación, las infraestructuras, el ocio y el turismo.

El deporte también debe figurar entre las otras áreas de captación de este proyecto. Esto debe hacerse de manera que tenga un impacto lo más global posible. Por eso, entre las grandes inversiones deportivas de los saudíes figuran también la Fórmula 1 y el club de fútbol Newcastle United.

Volvamos por un momento al proyecto Visión 2030, del que Neom va a formar parte. Imaginemos un lugar en la Tierra que sea literalmente un sueño para los negocios y la vida de todos los habitantes del planeta. Un hogar para personas que tienen grandes sueños y quieren formar parte de la construcción de un nuevo modelo de vida sostenible y próspera.

Es convertirse en el hogar de más de un millón de personas y pensar en todo. Incluido el establecimiento de un nuevo modelo de sostenibilidad urbana, el establecimiento de nuevos estándares para la salud de la comunidad, la protección del medio ambiente y el uso eficiente y productivo de la tecnología.

Desde el punto de vista de la inversión, LIV Golf es una empresa pequeña en comparación con otros proyectos de Visión 2030. LIV Golf se construirá con una inversión estimada de 3.000 millones de dólares. Para contextualizar, Neom tiene un presupuesto inicial de 500.000 millones de dólares y se espera que los desarrollos adicionales en un área de 75 millas cuesten 1 billón de dólares y tarden 50 años en construirse.

Ahora puede que me haya salido del camino trillado original, pero eso es sólo para darles una idea de todo el contexto y especialmente de lo ridículamente alta (si quieren baja) que es la inversión en golf, comparada con los otros planes de los que LIV Golf va a formar parte, como una pequeña pieza de puzzle, encajando idealmente en todo el puzzle.

Parte de la campaña deportiva es Golf Saudi, dirigida por Yasir Al-Rumayyan, que forma parte del círculo íntimo de bin Salman. Golf Saudi ha estado intentando introducirse en el mercado junto con el PGA Tour European Tour como parte de Vision 2030. Por fin hay indicios de cooperación por parte del European Tour, que forma parte del DP World Tour. Sin embargo, no del PGA Tour estadounidense.

Desde el principio, sin embargo, el PGA Tour ha rechazado cualquier conversación con los saudíes sobre una posible colaboración. En cierto modo, se podría decir que una estrategia de este tipo cerraría por completo los planes de los saudíes. Pero cuando se trata de bin Salman, la situación es un poco diferente.

«No está acostumbrado a perder ni a ser derrotado. Cuando fracasa en algún sitio, tiende a esforzarse más y a cortarse por su causa«, dice Karen House, ex columnista del Wall Street Journal.

Y así, su tenacidad acabó dando lugar a la creación de un proyecto con una conexión original con Saudi Golf, ahora llamado LIV Golf. Sin embargo, Mohammed bin Salman supo desde el principio, y lo dejó claro, que la colaboración beneficiaría económicamente a todos, incluido el PGA Tour. Ya sea por principios morales o empresariales, el PGA Tour con su comisionado Jay Manahan siempre ha estado en contra.

Y en cuanto a los principios morales de la financiación del actual LIV Golf, el PGA Tour también está patrocinado por varias grandes empresas que están directamente conectadas con el dinero de Arabia Saudí. Así que a Monahan le cuesta creer que el origen del dinero sea la cuestión más importante para él y los que le rodean.

Otra frase de un periodista que escribió escuetamente: «Les compramos petróleo, así que ¿por qué no podemos comprarles golf?» encaja en el contexto

Pasemos a la siguiente pregunta. ¿Dónde encuentra Bin Salman la inspiración para alcanzar sus sueños? La respuesta son los videojuegos. «La razón por la que cree que puede hacer cualquier cosa es porque todo es posible en el mundo de los videojuegos», dijo House.

¿CÓMO QUIERE ABRIRSE PASO LIV GOLF?

Han pasado muchos meses desde que surgió la idea del proyecto. LIV Golf está golpeando muy fuerte el ecosistema del mundo del golf estas semanas, y está claro que tendrá consecuencias irreversibles. Si serán más positivas o todo lo contrario en el cómputo final es una pregunta que no puede responderse por el momento.

Otra persona que está intentando llevar el proyecto LIG Golf a lo más alto es Atul Khosla, un ex directivo de equipos de la NFL de 33 años. Tiene mucha experiencia en el campo de la gestión deportiva. También él se esfuerza por explicar que LIV Golf es un negocio que prevé plenamente obtener beneficios.

«Si nos fijamos en la cartera de inversiones de nuestro principal inversor, que invierte en todo el proyecto Vision 2030, veremos que han invertido en todo el mundo en empresas increíblemente grandes que creen que serán rentables«, afirma Khosla.

Los directivos de LIV no dejan de referirse a su empresa como una startup. Creen que todo este año inaugural es esencialmente una prueba beta de su producto final. Piensan hacer cambios sobre la marcha y reaccionar ante lo que funciona y lo que no. El hecho de que su principal inversor sea paciente con este estilo de negocio les ayuda mucho.

En cuanto a LIV Golf, se ha diseñado desde el principio como un proyecto a largo plazo, aunque ahora se encuentre al principio de un viaje muy largo. Además, está lejos de ser sólo una inversión de cientos de millones de dólares para jugadores como Phil Mickelson, Dustin Johnson y otros.

Pero lo cierto es que, económica y vitalmente, su vida en LIV Golf será mucho más fácil que en la PGA si consiguen superar el odio de muchos aficionados y antiguos amigos del campo. Según los empresarios de la nueva empresa, también se trata de las cosas aparentemente pequeñas, pero que desempeñan un gran papel en el panorama general.

Por ejemplo, el LIV paga a los jugadores dinero garantizado, pero el PGA Tour no lo ha hecho hasta ahora. Pagan los viajes y el alojamiento de los jugadores, pero el PGA Tour no lo hace. Pagan los viajes y el alojamiento de los caddies, pero el PGA Tour no. Lo mismo ocurre con los agentes, los entrenadores y las familias de los jugadores, todo lo cual los jugadores del PGA Tour tienen que pagar de su propio bolsillo. No nos extrañemos de cierto descontento si no eres uno de los mejores jugadores del PGA Tour. Golfistas como Phil Mickelson también luchan por ellas. Quieren un campo de juego más sencillo en todo el ecosistema.

Además, el LIV paga a cada sede una cuota por hacerse cargo de la propiedad durante una semana. Pagan a todos los ejecutivos. Pagan a los músicos que tocan en los torneos. Paga las gradas, las carpas de hospitalidad o la producción de las retransmisiones. Incluso proporciona aparcamiento gratuito a los aficionados en los torneos, incluido un amplio programa de entretenimiento in situ.

Pero el LIV hace todo esto prácticamente sin ingresos para compensar estos enormes costes. Las entradas para dos eventos en Estados Unidos costaban literalmente unos pocos dólares. Se retransmite gratis en YouTube, sin anuncios. Ni un solo logotipo corporativo (aparte del de LIV) estuvo presente en Pumpkin Ridge o Trump Bedminster. Sin embargo, los ejecutivos de LIV siguen hablando del futuro. De una visión.

LIV Golf, dicen, ni siquiera ha empezado a funcionar como es debido. Estos gastos sin ánimo de lucro son, en cierto modo, parte del plan de negocio. Para el año que viene está previsto un programa más afilado con algunos pasos lógicos, pero el LIV Golf Tour no debería estar a pleno rendimiento hasta 2025.

COMO UNA LIGA DE FANTASÍA O FÓRMULA 1

Seguro que te estás preguntando, como yo, cómo es posible que todo este proyecto funcione de forma rentable en el futuro. A primera vista no lo parece, pero la Fórmula 1 es una gran inspiración. Sí, el golf y el automovilismo es como comparar peras con manzanas. Ambos son deportes, pero no son lo mismo.

Es que LIV Golf también tiene equipos. A primera vista, es algo secundario en los torneos, pero en el fondo es quizá el factor clave de todo el negocio. El año que viene habrá 24 eventos, con 48 jugadores en cada uno, divididos en equipos de cuatro. Estos equipos permanecerán juntos durante toda la temporada.

Ron Cross, que trabajó tanto en el Augusta National como en el PGA Tour antes de convertirse en director de eventos de LIV, describe la idea: «Yo lo vería como me gustaría verlo. Nos comparamos con el modelo de la Fórmula 1 y otros directivos de LIV se comparan con él«, esboza el camino del futuro del golf. Pero seamos más concretos.

En la Fórmula Uno compiten diez equipos, cada uno propiedad de una corporación diferente: Red Bull, Ferrari, Mercedes, Alpine, McLaren, Alfa Romeo, Haas F1, AlphaTauri, Aston Martin y Williams. Cada equipo tiene dos pilotos contratados.

Los pilotos tienen acuerdos con cada equipo específico, pero no con la Fórmula 1. Esta parece ser la visión de LIV Golf después de todo: tener doce equipos distintos, cada uno con su propio grupo propietario, cada uno con el poder de fichar e intercambiar a sus propios jugadores.

En el escenario ideal, que aún está muy lejos, cada equipo funcionaría más como una franquicia deportiva tradicional, con sus propios jugadores y el patrocinio de una empresa. En la actualidad, los doce equipos son propiedad de LIV y algunos jugadores (por ejemplo, Mickelson, DeChambeau, Koepka) tienen participaciones en equipos de los que también son capitanes.

El objetivo de LIV es desarrollar estas franquicias para convertirlas en marcas con identidad y seguidores, y luego venderlas a empresas o a personas adineradas que quieran el último y mejor juguete.

Según los representantes de LIV, no faltan multimillonarios a los que les gusta tanto el golf que, en teoría, estarían dispuestos a pagar una buena suma para estar más cerca de la acción.

No se trata sólo de jugar en torneos de exhibición pro-am junto a las grandes estrellas, sino quizá de celebrar fiestas con ellos o de unirse a Dustin y Pauline Johnson a bordo de un barco, por ejemplo, informa Golf Digest.

Como dice el agente de uno de los 20 mejores jugadores, el valor depende exclusivamente de la demanda. La propiedad deportiva es un espacio muy deseable si se puede construir una liga con ingresos reales. «Escomo una auténtica liga fantástica«, explica. Aunque puede que no sea el caso, es bastante gracioso pensar que la conexión de Salman con los videojuegos es pura coincidencia en este caso.

Sólo que, por supuesto, hay más de una trampa, como también cree Patrick Rishe, director fundador del programa de negocios deportivos de la Universidad de Washington. «Hasta que no se lleguen a acuerdos significativos de cobertura mediática para el LIV Golf, los valores de los equipos LIV se verán atrofiados«, opina.

Prueba de ello es la audiencia en el canal de YouTube o en la página de Facebook del último torneo del ex presidente estadounidense Donald Trump en el campo de Bedminster, que fue visto por una media de apenas 74.000 espectadores. En comparación, la retransmisión del Rocket Mortgage Classic del PGA Tour en la CBS atrajo a una media de 2,5 millones de espectadores, y está lejos de ser el evento más visto del circuito de la PGA.

Sin embargo, según parece, la gente de LIV Golf dice que está cerca un acuerdo mayor por los derechos de retransmisión. Dónde se distribuya, o más concretamente en qué plataforma, podría tener un mayor impacto en la sostenibilidad de LIV Golf que cualquier jugador megaestrella que fiche.

Este tema de los derechos televisivos daría para otro artículo muy largo, así que nos limitaremos a mencionar que hasta ahora todas las grandes cadenas de televisión de EE.UU. han mostrado poco o ningún interés en LIV Golf, según fuentes de Golf Digest.

«Esincreíblemente difícil conseguir notoriedad y exposición sin un acuerdo sólido de TV o streaming«, añadió Rishi sobre el tema.

Una forma de dirigirse a un público más amplio y a la vez más joven es tener un formato único que se conforma con un formato de retransmisión de cuatro horas en lugar de la tradicional retransmisión televisada de golf de 12 horas, ya que todos los jugadores en el campo empiezan a jugar al mismo tiempo, cada pareja en un hoyo diferente. Estas ventajas, de hecho, fueron comentadas hace algún tiempo por Phil Mickelson, quien explicó las razones por las que él también cree que LIV Golf tiene un futuro tan brillante.

Si uno de los escenarios de retransmisión de LIV Golf se hace realidad, la operación puede empezar a atraer a patrocinadores legítimos, sabiendo que su apoyo será visto por mucho más de 74.000 espectadores.

Además, dadas las condiciones adecuadas, LIV Golf podría emitirse sin anuncios, algo que agradecerían muchos aficionados a la televisión, que ya están bastante hartos de la cantidad de anuncios durante los torneos de golf.

¿CON O SIN PGA?

Es absolutamente crucial para el futuro del golf mundial que la LIV Golf llegue o no a algún tipo de sincronización del calendario de juego con el PGA Tour. Si finalmente encontrarán un terreno común para no dañar y dividir aún más el deporte del golf en su conjunto en el futuro.

Por el momento, toda la situación se encuentra en medio de un punto negro, con demandas ya interpuestas. La llegada del LIV ya ha causado mucha confusión, pero aún más puede venir cuando el LIV consiga poner en marcha su espectacular negocio en 2025.

El comisario Jay Monahan y su equipo creen que tienen razón y que sus acciones actuales van en la dirección correcta. Sin embargo, jugadores, agentes y demás personas de dicho ecosistema ven al Circuito Americano asediado y asumen que la paz -o al menos una liberación- tendrá que llegar en algún momento, no sea que las consecuencias para el PGA Tour sean fatales en el enfrentamiento final.

Aunque Monahan y compañía no lo vean (o no quieran verlo), hay razones por las que la cooperación podría funcionar para ambas partes. LIV Golf conseguiría lo que quería en un principio, y Arabia Saudí y Vision 2030 obtendrían la bendición de una institución mundialmente reconocida que les acerca a la percepción de una cultura modernizada.

Los miembros del LIV Golf conservarían las enormes sumas de dinero que han ganado y tendrían la libertad que antes tenían en el circuito estadounidense para elegir qué hacer con sus carreras.

Al fin y al cabo, hay otros eventos como la Ryder Cup (Estados Unidos contra Europa) o la President’s Cup (Estados Unidos contra el resto del mundo -fuera de Europa-) que han conseguido una audiencia increíble en todo el mundo a lo largo de los años. Tal vez porque son probablemente los últimos acontecimientos del deporte profesional que tienen más que ver con el prestigio que con el dinero. Y es que estos torneos se han ganado su prestigio entre los aficionados enfrentando a los mejores de los mejores.

Con la situación actual del PGA Tour, esto ya no será así, e incluso estos grandes eventos tradicionales pueden perder su brillo irremediablemente. También están en juego los muy populares majors. Si los mejores jugadores del mundo no pueden clasificarse para estos eventos en los próximos años, nunca volverán a ser una batalla de los mejores jugadores del planeta. Al fin y al cabo, sea cual sea el deporte, estos eventos son los que más atraen la atención de los aficionados de todo el mundo, por lo que lógicamente también son los que más interés despiertan entre los patrocinadores.

Contar con que un día LIV Golf se incendie espontáneamente y quiebre sería un acto muy arriesgado. Sí, puede ocurrir, pero contar con ello equivale a un suicidio empresarial.

Como escribe Golf Digest, sea justo o no, depende del PGA Tour mantenerlo todo unido. Todo el ecosistema podría derrumbarse en unos años, principalmente porque unos cuantos ricachones querían mantener su negocio como el más prestigioso del mundo, pero al mismo tiempo, con el crecimiento de la competencia, se pusieron anteojeras y continuaron por un camino implacable de sólo seguir sus sueños.

Fuente: PGA Tour, LIV Golf, Golf Digest