Messi y el PSG: se cierra un capítulo de dos años. El club debe encontrar la autorreflexión y solucionar grandes problemas, el argentino demostró que no es sólo un producto del Barcelona

Se acabó. Dos años y contando. Lionel Messi está oficialmente fuera del PSG y puede buscar un nuevo club. Para variar, el club parisino tendrá que empezar a hacer frente a una serie de problemas. Eso, si es capaz de encontrar la autorreflexión. ¿Qué han demostrado los dos años de asociación del mejor futbolista de la historia con un equipo francés?

Messi ha confirmado su singularidad

Cuando Lionel Messi dejó el Barcelona, se habló mucho de dónde iría. No todos podían permitírselo, no había tantas opciones. Un vínculo con Pep Guardiola en el Manchester City parecía tentador y atractivo, pero al final firmó por el PSG.

La Ligue 1 es una liga peor que la inglesa o la española, pero no es fácil jugar en ella. Está llena de talentos interesantes, las carencias tácticas o técnicas se suplen con luchas encarnizadas y un gran físico.

Era un gran reto para el argentino. Sí, llegó a un club que domina Francia, pero pocos podían imaginar que jugaría contra el mejor futbolista de la historia en la máxima competición de aquel país. Razón de más para pararle los pies e incluso ponerse duros.

Desde el primer minuto que pisó el césped en Francia, Messi sintió el rigor y la dificultad de la competición. Nadie le perdonó. Y aunque no tuvo grandes números en su primera temporada, desde luego no jugó mal. Tuvo una excelente valoración en los respetados servidores estadísticos.

En su segunda temporada, sus números fueron mucho mejores y se convirtió aún más en un jugador clave para el PSG. Cuando no jugaba, se notaba. Puede que Kylian Mbappé sea la cara principal del club a simple vista, pero ¿el mejor jugador? Messi. Tantas ocasiones que creó… Un gran logro.

El argentino, además, se ha adaptado bien al juego del equipo francés. No había tiki-taka. Tenía la libertad, pero no entraba tan a menudo en la definición y en las grandes ocasiones, se reencarnó en el papel de creador de juego casi puro y también adaptó su juego a su edad cada vez más avanzada.

Messi puede irse con la conciencia tranquila

Por supuesto, podemos decir que Lionel Messi no ganó la Liga de Campeones ni la Copa de Francia con el PSG. Sin embargo, no es culpa suya. Un jugador no puede hacer nada solo, aunque sea el mejor futbolista de la historia. Él mismo no ha hecho gran cosa mal.

Más bien, ha hecho patentes los defectos del equipo. Ya sea por calidad, por tipología, por composición o por falta de coraje para asumir responsabilidades.

El campeón del mundo argentino ha hecho mucho por el club. Lo mismo para la liga francesa. Era una gran oportunidad para demostrar su valía, pero se ha desaprovechado. La marcha de Messi tendrá un impacto. Negativamente.

Lo máximo que puede lamentar Messi son dos años bastante desaprovechados. Aunque Francia le preparó bien para el Mundial, que dominó contra Francia en la final. Habría sido una historia diferente para él con la camiseta de los Citizens. Y probablemente habría obtenido otro tipo de reconocimiento por parte de los aficionados.

Es posible que vea como algo positivo el hecho de haberse confirmado a sí mismo que puede jugar en otro sitio que no sea el Barcelona, y muy posiblemente el reto de un nuevo entorno y un estilo de fútbol completamente distinto no hayan hecho sino llevarle al siguiente nivel.

El PSG tiene mucho que pensar

Si Lionel Messi puede mantener la cabeza despejada tras su marcha, la dirección del PSG lo tiene completamente perdido. Hay muchos problemas que resolver. Sólo hay una pega. Porque los miembros de la dirección no parecen tener capacidad para ningún tipo de autorreflexión y buscan los errores en todas partes menos en ellos mismos.

Tan exigentes como son los aficionados, así son los dirigentes. ¿Fracaso en la Liga de Campeones? El entrenador, Christophe Galtier, la afición convirtió a Messi en su objetivo, olvidando de algún modo la disparatada política de fichajes del PSG.

El PSG podía decir que tenía a Messi, Neymar y Mbappé en su plantilla. Pero, ¿qué aspecto tenía la zaga? Prácticamente inexistente. Las ocasiones fueron creadas exclusivamente por Messi, básicamente toda la alineación no creó tantas ocasiones como él. Así que no era difícil atacarle y ponerle las cosas difíciles.

Además, nadie creaba suficientes espacios para Messi en los partidos clave. Por no hablar de que en las dos temporadas con Messi siempre fallaba un jugador clave. Marquinhos hace un año, por ejemplo, Marco Verratti este año.

La forma en que está compuesto el equipo es al menos algo sobre lo que reflexionar. Galtier lo hizo lo mejor que pudo. Por supuesto, no fue perfecto. Pero, ¿fue él quien estuvo detrás de otro fracaso? El club tendrá que centrarse en cambiar su enfoque en todos los aspectos.

¿Comprar estrellas sin tener en cuenta que también deben contar con algún apoyo, y que los jugadores deben encajar tipológicamente? Ésa no es la manera de triunfar, por mucho dinero que se tire en ese empeño.

Fuente: PSG, Transfermarkt