Champions League
La temporada en la que José Mourinho se convirtió en leyenda. Cómo nació el sensacional triunfo del Oporto en la Liga de Campeones de 2004?
Para algunos, es sinónimo de victoria. Muchos lo ven como un entrenador arrogante. También hay voces que afirman que a menudo se sobreestiman sus capacidades. Pero lo que el oriundo de Setúbal (Portugal) consiguió el 26 de mayo de 2004, nadie ha logrado emularlo hasta hoy.
Para algunos, es sinónimo de victoria. Muchos lo ven como un entrenador arrogante. También hay voces que afirman que a menudo se sobreestiman sus capacidades. Pero lo que el oriundo de Setúbal, Portugal, consiguió el 26 de mayo de 2004, nadie ha logrado emularlo hasta hoy.
Para José, el fútbol siempre ha sido una religión. Estuvo ligado al deporte rey desde el primer momento. Su padre, Félix Mourinho, fue portero de fútbol profesional y más tarde entrenador. José quería ser futbolista profesional. Pero, según sus palabras, no era lo bastante bueno. No tenía talento para jugar, pero desde el primer momento sintió que estaba bien cualificado para convertirse en entrenador.
Mourinho se hizo cargo del FC Porto el 23 de enero de 2002, tras la destitución del entrenador Octávio Machado después de 36 partidos. Poco se podía imaginar el tipo de historia que empezaría a escribir. El Oporto se encontraba en una situación muy difícil. Estaba experimentando sus peores resultados en 20 años y los aficionados empezaron a distanciarse del club.
Mourinho considera clave la conexión del club con los aficionados y la identidad de la ciudad. El norte de Portugal, donde se encuentra Oporto, es una zona de gente trabajadora. Mourinho necesitaba introducir en el club los valores de la región. Esos valores son el compromiso y la abnegación.
A la hora de contratar jugadores, el equipo directivo de Mourinho se centraba sobre todo en el perfil psicológico del jugador. No gastaba en grandes estrellas. Buscaba diamantes en bruto entre los jugadores de ligas inferiores y clubes más pequeños. El equipo debía construirse con jugadores de la cantera que tuvieran una fuerte relación con el Oporto.
Había un gran clima en la cabaña. La historia entre los jugadores Vítor Baía y Jorge Costa es prueba de ello. Baía y Costa eran dos capitanes en potencia. Ambos jugadores forzaron al otro a desempeñar un papel importante, pues estaban convencidos de que desempeñaría mejor la capitanía. Eso dice mucho del carácter que tenía el equipo
El equipo de Mourinho parecía completamente distinto al de su predecesor y los aficionados volvieron a enamorarse de su club. El estadio se convirtió en una fortaleza inexpugnable para el Oporto. En dos años en la liga portuguesa, la Copa de Portugal, la Copa de la UEFA y la Liga de Campeones, no han perdido ni un solo partido aquí.
En la temporada 2002/03, el equipo del norte de Portugal consiguió el triplete, celebrando victorias en la Copa de Portugal, la Liga Portuguesa y la Copa de la UEFA. Un año más tarde, el Oporto volvió a triunfar en la liga. Pero estaba preparado para algo aún más grande. El equipo de Mourinho estaba a punto de alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones.
El milagro de la Liga de Campeones
Es cierto que el Oporto era el mejor equipo de Portugal. Pero era un desconocido en el fútbol europeo. Todo el equipo se reunió para ver el sorteo de los cuartos de final, que se estaba celebrando en Nyon (Suiza).
En aquel momento, el Manchester United era considerado el mejor equipo. Mourinho se dio cuenta de que si al Oporto le tocaba el Manchester United, sus jugadores se sentirían decepcionados. Así que José intentó crear un ambiente en el que todos quisieran a los Diablos Rojos.
No paraba de decir que quería que se sintieran atraídos por el equipo más fuerte sobre el papel. Preparó el ambiente de tal manera que, cuando el Oporto quedó emparejado con el United, los jugadores saltaron de alegría.
El Oporto salió agresivo contra su rival. Los jugadores querían dejarlo todo en el campo. Fueron capaces de sorprender al favorito de Inglaterra, venciéndole por 2-1 en Portugal. Pero tenían la revancha en Old Trafford, que no era nada fácil. Ningún equipo portugués había ganado nunca en suelo inglés en la fase eliminatoria.
En el minuto 25, el Manchester logró marcar un gol para poner en aprietos a los visitantes portugueses. Pero el Manchester temía cometer un error y parecía más replegado. El Oporto contrarrestó este miedo y comenzó a atacar.
Su actividad les valió un libre directo en el minuto 90, que aprovechó McCarthy. Decidió disparar directamente a Howard, que desvió el tiro delante de él y el balón fue cabeceado a la red por Costinha. El forastero pudo celebrarlo un poco antes de tiempo.
El equipo de Mourinho logró eliminar al Lyon francés en cuartos de final y al Deportivo de La Coruña español en semifinales. En la final, que tuvo lugar el mencionado 26 de mayo de 2004 en Gelsenkirchen (Alemania), el Oporto se enfrentó al Mónaco, al que consiguió derrotar por 3-0, celebrando un sensacional triunfo en la Liga de Campeones.
La sorprendente victoria del Oporto en la Liga de Campeones abrió las puertas a los jugadores y a Mourinho para fichar por los clubes más grandes del mundo. Dos clubes ingleses se pusieron en contacto con Mourinho la misma noche en que ganó la final. Uno de estos clubes fue el Chelsea de Londres, al que más tarde se trasladó y comenzó así a escribir el siguiente capítulo de su exitosa carrera.
Fuente: Daily Dose Of Football, The Playbook