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La F1 le ha dado a la UE el dedo corazón imaginario: la reina del automovilismo ha desarrollado combustibles sintéticamente sostenibles. ¿Cuáles son sus ventajas?
La Fórmula 1 ha vuelto a demostrar en el último periodo por qué sigue siendo la auténtica reina del automovilismo, no sólo por el atractivo de las carreras, sino sobre todo por su política. De hecho, la F1 ha desarrollado un combustible sintético sostenible que formará parte del deporte más allá de 2030. Se trata de un imaginario dedo corazón a la Unión Europea. ¿Por qué?
La Fórmula 1 ha vuelto a demostrar en el último periodo por qué sigue siendo la auténtica reina del automovilismo, no sólo por el atractivo de las carreras, sino sobre todo por su política. De hecho, la F1 ha desarrollado un combustible sintético sostenible que formará parte del deporte más allá de 2030. Se trata de un imaginario dedo corazón a la Unión Europea. ¿Por qué?
La Fórmula 1 ha ideado una solución absolutamente ingeniosa. A partir de 2026, la reina del automovilismo utilizará una nueva generación de propulsores híbridos, que incluirán un nuevo combustible sintético y sostenible.
Estos combustibles se producen mediante un proceso industrial y sólo emiten carbono cuando se queman. Además, el combustible puede utilizarse en motores de combustión estándar y podría contribuir a la descarbonización de la industria automovilística.
Como se ha demostrado una vez más, y casi siempre ha sido el caso históricamente, el automovilismo está mostrando la dirección que debe tomar toda la industria del automóvil.
Se puede decir que la Fórmula 1 le ha enseñado a la Unión Europea el dedo corazón imaginario. Veía la electromovilidad como la única opción posible para el futuro. Pero la F1 demuestra que se puede hacer de otra manera y quizá incluso más sana.
En el pasado, Robert Reid, copiloto de Richard Burns, que ganó el Campeonato del Mundo de Rallies en 2001, se pronunció sobre el tema de la electrificación. En su opinión, la electrificación y el paso a coches exclusivamente eléctricos no es el único camino a seguir, y la Fórmula 1 lo demuestra. Además, no satisfará las necesidades de todos y la infraestructura de algunos países no está preparada para ello.
Al fin y al cabo, la producción de componentes por separado es mucho menos respetuosa con el medio ambiente que la de los motores de combustión. Además, se trata de una tecnología con la que tanto la automoción como el automovilismo deportivo ya están muy familiarizados. Y esto permite realizar desarrollos y cambios técnicos importantes incluso a corto plazo.
La F1 espera así que estos combustibles sintéticos contribuyan a reducir las emisiones y puedan utilizarse en todo el mundo. Sin embargo, la Unión Europea aún espera prohibir la venta de coches con motor de combustión interna a partir de 2035.
La reina del automovilismo también ha anunciado que el combustible sintético reducirá los costes, especialmente en lo que se refiere al proceso de fabricación. Este combustible también incluirá fuentes 100% renovables.
Fuentes: BBC, F1, Autosport