Fútbol
Jack Wilshere iba a ser la nueva leyenda del Arsenal, la salud estaba en contra. Volverá a la acción?
Hay muchos futbolistas a los que se les augura un futuro de ensueño lleno de trofeos, gloria y admiración por sus proezas futbolísticas. Pero muy pocos de ellos se acercan siquiera a su potencial y con el tiempo, por diversas razones, caen en la mediocridad en el mejor de los casos. Uno de ellos es Jack Wilshere, ex jugador del Arsenal.
Hay muchos futbolistas a los que se les augura un futuro de ensueño lleno de trofeos, gloria y admiración por sus proezas futbolísticas. Pero muy pocos de ellos se acercan siquiera a su potencial y con el tiempo, por diversas razones, caen en la mediocridad en el mejor de los casos. Uno de esos jugadores es Jack Wilshere, ex estrella del Arsenal.
Criado con un cañón en el pecho
Desde que Thiery Henry hizo estragos en el Emirates Stadium, los seguidores del club londinense buscaban una persona a la que admirar, que les diera esperanzas a largo plazo y les asegurara la lucha por los primeros puestos. Esa persona iba a ser un pequeño y habilidoso centrocampista con una fabulosa visión de juego, Jack Wilshere.
Desde los nueve años, cuando pasó de la academia del Luton a la del Arsenal, recibió clases de fútbol en Londres y creció con un cañón en el pecho. Como suele ocurrir con los talentos de renombre, Wilshere iba por delante de sus compañeros, y por un buen margen. Por eso jugaba con los mayores y muy a menudo llevaba el brazalete de capitán en el brazo izquierdo, pese a ser el más joven de cualquier equipo.
Jugaba en el filial de los Gunners desde los dieciséis años y era muy del agrado del entonces entrenador del equipo A, Arsène Wenger.
El favorito de Wenger
El técnico francés era bien conocido por su intuición sobre el potencial de los jugadores jóvenes, y el joven Jack no pasaba desapercibido por sus proezas futbolísticas. Y así se le dio su oportunidad. Se incorporó al primer equipo en el verano de 2008 y, con diecinueve años a la espalda, debutó en liga con 16 años y 256 días, convirtiéndose en el debutante más joven de la historia del club.
No fue en absoluto un camino fácil hacia la repleta alineación de Wenger. Por aquel entonces, jugadores como Cesc Fàbregas, William Gallas, Samir Nasri, Robin van Persie y Tomas Rosicky se abrían camino hacia el Emirates Stadium. Un panorama poco prometedor para un futbolista de 17 años, pero, por otro lado, un pozo prácticamente inagotable de experiencia en cada entrenamiento.
Experiencia de juego en el Bolton
Aun así, el oriundo de Stevenage tuvo algunos minutos. Minuto a minuto fue acumulando experiencia en la élite de la liga inglesa. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no bastaba con entrenarse con los mejores, que una joven promesa necesitaba ante todo jugar con regularidad para desarrollar sus aptitudes para el partido.
Por eso, tras llegar a un acuerdo con la dirección del club, se marchó en enero de 2010 cedido por seis meses al Bolton Wanderers, que por entonces aún jugaba en la Premier League.
Impresionó con los Trotters, hasta el punto de que la directiva del club del estadio de la Universidad de Bolton intentó prolongar la cesión del joven centrocampista una temporada más. Fue en vano. La directiva de los Gunners consideró que Wilshere había madurado y tenía lo que hacía falta para disputarle la titularidad en el equipo para el que fue preparado desde muy joven.
De vuelta a casa
Tras empezar la temporada en el banquillo de suplentes, el joven jugador se hizo un hueco en la alineación titular, jugando junto a Alexander Song en el centro del mediocampo. Tras unas actuaciones muy sólidas y, sobre todo, constantes, llegó también a la selección nacional dirigida por Fabio Capello, que quedó completamente cautivado por su madurez como escudo defensivo.
El seleccionador italiano hizo saber que Wilshere es el futuro del Albion. Al final de la temporada 2010/11, había jugado 49 partidos en todas las competiciones y todo parecía ir por buen camino tanto para el Arsenal como para el propio Jack Wilshere.
Contratiempos fatales por lesión
Pero en los entrenamientos de verano para la temporada siguiente, el centrocampista inglés se lesionó el tobillo en un partido contra los New York Red Bulls. Y aunque, según reiteradas declaraciones de Arsène Wenger, su regreso a los terrenos de juego estuvo muy cerca, tardó 17 meses en volver a participar en un partido de competición.
A causa de esa lesión, se perdió toda la temporada y la Eurocopa 2012. Regresó a la competición liguera contra el Queens Park Rangers con una actuación de la misma calidad a la que tenía acostumbrados a los seguidores gunners. Poco después, firmó un nuevo contrato de larga duración con su empleador.
Fue un líder al 100% sobre el terreno de juego y en el vestuario, y lució el brazalete de capitán de vez en cuando durante las lesiones. Su combatividad, compromiso y calidad en general fueron elogiados por el entrenador Wenger más de una vez durante las entrevistas. Los problemas de Wilshere con las lesiones continuaron y, aunque marcaba la diferencia siempre que estaba sobre el terreno de juego, con el paso del tiempo fue sobre el verde césped donde los espectadores le vieron cada vez menos.
Las habituales lesiones por aquí, una pequeña operación por allá y, sobre todo, los aparentemente interminables problemas en ambos tobillos del habilidoso futbolista.
Una visita al Bournemouth
Es comprensible que ni el propio club londinense pudiera ser paciente con Wilshere eternamente. Y mantener a un jugador bien pagado para que se pasee por los hospitales más de lo que corre por el campo no es una estrategia deportiva, y desde luego no es económicamente viable. Así que el jugador de 25 años fue cedido por un año al Bournemouth antes de la temporada 2016/17. Y de nuevo fue clave en el juego del equipo.
Y una vez más fue un jugador clave y diferencial para su equipo siempre que estuvo en el campo, prueba de ello fue el premio al jugador del mes del club tanto en noviembre como en diciembre. En abril llegó otra lesión que le apartó del resto de la temporada.
En el verano de 2017, Arsene Wenger se negó a venderlo y lo incorporó de nuevo a la plantilla del Arsenal. En los primeros meses, el frágil Wilshere no llegó a disputar todos los minutos. Hasta el 17 de diciembre de 2017 no fue titular durante los 90 minutos, la primera vez que eso ocurría desde septiembre de 2014.
Aguantó el resto del año sin ninguna lesión grave, pero a finales de junio anunció que abandonaba definitivamente el Emirates Stadium como agente libre al expirar su contrato.
Caída
Como refuerzo, el West Ham United lo incorporó a su plantilla, donde firmó un contrato de tres años. Sin embargo, su contrato se rescindió antes de tiempo tras dos años y, debido a un fiel regreso de las lesiones, solo pudo jugar 19 partidos en ese tiempo.
Así que en enero de 2021 regresó al Bournemouth, ya en la Championship. Sin embargo, allí tampoco le fue demasiado bien y tras seis meses terminó su compromiso en el Vitality Stadium.
Actualmente, el centrocampista de 30 años se encuentra sin compromiso y es difícil imaginar que siga apareciendo en la máxima competición liguera inglesa.
Fuente: Transfermarkt, Livesport, One Football