Inglaterra contra el mundo entero. ¿Por qué nadie quiere que Albion triunfe en la Eurocopa?

Inglaterra ha llegado a la final de la Eurocopa por primera vez en su historia, por lo que tiene la oportunidad de ganar el trofeo por primera vez. Sin embargo, la brutal mayoría de los aficionados al fútbol se pondrá del lado de Italia, y pocos desearán a Albion. ¿Por qué?

Los aficionados ingleses son de los más apasionados de Europa, pero también de los más arrogantes.

Desde el principio de cada torneo, se ven en la final, y cantan «It’s coming home» durante todo el campeonato. Es una referencia al hecho de que la selección inglesa, junto con Escocia, es la más antigua del mundo.

Sin embargo, Inglaterra no puede considerarse precisamente la cuna del fútbol, ya que sólo ha ganado un trofeo en su larga historia, y hay que remontarse hasta 1966.

No obstante, el danés Kasper Schmeichel también aludió a ello cuando se le formuló una pregunta sobre el tema. «¿Y alguna vez fue en casa? ¿Lo ganaste alguna vez?», bromeó el guardameta del Leicester.

Otro factor que molesta a los aficionados es la arrogancia y prepotencia de los medios de comunicación y los expertos británicos. Los periódicos deportivos no tienen ningún problema en escribir antes de la semifinal contra Dinamarca que Inglaterra se enfrentará a Italia en la final.

Gary Lineker, Jamie Carragher y otros miembros de la Premier League luchan con orgullo contra la simulación, pero cuando Raheem Sterling realiza la misma hazaña, les parece una «pillada».

No en vano aparecen en Internet imágenes de toda Europa animando a Italia.

La siguiente oleada de antipatía la han provocado los ingleses en este campeonato. Los aficionados suelen abuchear irrespetuosamente en cada partido al himno nacional.

Además, Inglaterra ha hecho casi imposible la entrada a otros aficionados, de modo que sólo los seguidores locales pueden acceder al estadio.

En los octavos de final contra Alemania, Inglaterra hizo todo lo posible por molestar a sus rivales, ni siquiera permitiéndoles entrar en el estadio para una sesión de entrenamiento previa al partido.

Tras el partido, los hinchas ingleses desataron una enorme oleada de reacciones negativas. Una foto de una niña pequeña con los colores alemanes llorando por la derrota circuló por Internet.

Los «héroes» ingleses empezaron a llamarla «pequeña zorra» y «zorra nazi», diciendo que de todas formas merecía perder por ser pariente de Hitler.

Pero fue Inglaterra quien más aficionados puso en contra en la semifinal contra Dinamarca. El gol decisivo se marcó de una manera muy controvertida.

En un momento dado había dos balones sobre el terreno de juego, pero el árbitro no detuvo el juego. Posteriormente, la caída de Sterling añadió mucho, pero el árbitro ni siquiera fue a mirar el VAR.

Los aficionados ingleses se mostraron de otra manera, además de los clásicos abucheos durante el himno. Intentaron golpear al portero Kasper Schmeichel en los ojos con un láser durante el penalti, lo que, según un experto, podría haberle causado daños permanentes.

A todo esto se suma la innegable ventaja de jugar en casa, que hace que la Eurocopa de este año sea irregular. No es culpa de Inglaterra, pero le da una enorme ventaja.

Mientras algunos equipos han volado más de 10.000 kilómetros, Inglaterra no ha tenido que moverse de su hotel, aparte de un viaje a Roma.

Ha jugado seis de sus siete partidos en su estadio, Wembley, donde los aficionados del equipo contrario no tienen prácticamente ninguna posibilidad de entrar.

Los daneses tuvieron que viajar a Bakú en cuartos de final, soportar un calor agobiante, el jet lag, un vuelo de varias horas y regresar a Londres; Albion no conoce esos problemas.

En la final de la Eurocopa, tantos aficionados se pondrán del lado del adversario, que desear el triunfo de Inglaterra es muy difícil en estos momentos.

Fuente: Twitter, Livesport