Ibrahimovic aniquila a la afición del Verona en su despedida y saluda al Milan como en la mítica película

Un San Siro lloroso y Zlatan Ibrahimovic entre lágrimas. Los medios de comunicación describieron el domingo la despedida del AC Milan al icono del fútbol sueco como un asunto emotivo. Pero incluso esta vez, el tradicional humor de Zlatan no faltó durante la ceremonia y el acompañamiento musical también insinuó que un gran héroe ponía fin a su carrera.

La última semana ha sido muy emotiva para el mundo del fútbol y ha estado marcada por las despedidas. Karim Benzema deja el Real Madrid, Lionel Messi y Sergio Ramos abandonan el PSG, el final de la carrera de Theodore Gebre Selassie resonó en la República Checa.

Pero fue Zlatan Ibrahimovic quien recibió la mayor atención. En el partido del fin de semana entre el AC Milan y el Hellas Verona, colgó por fin los tacos a los 41 años. La despedida posterior al partido no se la perdió ningún verdadero aficionado al fútbol, aunque algunos detalles de la ceremonia pasaron un poco desapercibidos.

En primer lugar, el clásico «Ricitos de oro». Mientras agradecía a la afición su apoyo, se escucharon abucheos desde el sector veronés. «Seguid animando. Verme hoy es vuestro mayor momento del año», respondió el delantero sueco, y los seguidores milanistas empezaron a aplaudir.

Otro momento divertido lo señaló un aficionado. Cuando el locutor pronunció el nombre de Ibrahimovic y el legendario creador de juego entró en el campo, la canción Now We Are Free sonó a todo volumen por los altavoces.

La canción de Hans Zimmer es emblemática de la oscarizada película Gladiator. La película de 2000, sobre un general que se convierte en esclavo y más tarde en gladiador invicto, está considerada una de las mejores de la historia, y la música de Zimmer tiene mucho que ver en ello.

Se pueden encontrar varias similitudes entre la película y la historia de Ibrahimovic. Siguiendo con la música, la canción Now We Are Free se escucha en la película en el momento en que el protagonista Maximus muere y toda la arena se despide de él y le rinde culto. Lo mismo ocurría en San Siro.

La película también trataba de Italia, sólo que de una ciudad diferente. Máximo era considerado el salvador de Roma. En la película, mató al emperador Cómodo, que estaba llevando a Roma a la bancarrota. Entregando así el poder del gobierno al Senado y convirtiéndose en héroe de Roma. ¿Y que Ibrahimovic acabe siendo el héroe del Milan? Creo que no hace falta que me explaye.

Fuente: YouTube, Twitter