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Fútbol

Huella checa en la MLS El hijo de un padre famoso acabó apostando por grandes ideas de marketing en lugar de por goles

Todo aficionado al fútbol recuerda probablemente el nombre de Luboš Kubík. El ex jugador de la selección nacional y del Slavie fue uno de los primeros futbolistas checos en dar el salto a la Major League Soccer estadounidense al final de su carrera. Como es habitual en el ambiente futbolístico, el hijo de Kubík, Luboš junior, siguió los pasos de su padre

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Todo aficionado al fútbol recuerda probablemente el nombre de Luboš Kubík. El ex jugador de la selección nacional y del Slavie fue uno de los primeros futbolistas checos en dar el salto a la Major League Soccer estadounidense al final de su carrera. Como es habitual en el entorno futbolístico, el hijo de Kubík, Luboš junior, siguió los pasos de su padre. Primero se formó en la academia de Pardubice, pero sus pasos le llevaron al extranjero, siguiendo el ejemplo de su famoso padre.

A los dieciséis años se trasladó a Estados Unidos. El entorno estadounidense combina a la perfección educación y deporte, por lo que el plan original de un año de Luboš se alargó mucho más. Tras cursar el bachillerato en Iowa, pasó cuatro años en la Universidad de Pensilvania y luego se abrió camino hasta el Philadelphia Union, el mejor equipo de la MLS. Aunque no jugó al fútbol en la prestigiosa franquicia, su huella en el club siempre permanecerá.

«Después de graduarme en la universidad, jugué en el equipo B de Filadelfia y, como tenía un título en gestión deportiva, también conseguí unas prácticas en marketing para todo el club. Prosperé en el fútbol, pero resulta que la lucha por todo no salió como yo quería. Entonces me enteré de que querían enviarme a un campo de otra ciudad. También era una segunda liga, pero no podía trabajar al mismo tiempo para un equipo de la MLS. En aquel momento, ya sabía que no me haría un gran hueco en el mundo como futbolista, así que opté por quedarme en Filadelfia, en marketing, donde me ofrecieron un puesto remunerado», cuenta Luboš.

Desde pequeño soñaba con correr en el mejor césped, como su padre. Pero también le interesaba la educación. «Me alegro de haber podido tomar esta decisión en un momento en el que estaba seguro de hacer la elección correcta. En la República Checa, los deportistas tienen que elegir su camino a los dieciocho años. Si dejan de hacerlo bien en el deporte al cabo de unos años, puede que no sean tan atractivos en el mercado laboral sin estudios», afirma.

Pasó más de tres años en el Philadelphia Union, ascendió dos veces y tuvo la oportunidad de asimilar el funcionamiento del fútbol estadounidense en el mejor ambiente.

«Renovamos toda la estrategia de marketing del equipo, que entonces era relativamente joven. Llegamos a masas de nuevos aficionados, mejoramos la percepción del club en la ciudad y nos ganamos el apoyo de clubes más pequeños. Y hasta diseñé su mascota, que todavía tienen, es una serpiente y se llama Phang. Así que algo queda de mí allí, estoy muy contento por ello», recuerda sobre su etapa en el conjunto que celebró la conquista de la competición en 2020.

El excapitán del Sparta Bořek Dočkal, que llegó al club en 2018, también le ayudó a dejar su huella checa en Filadelfia.

El propio Luboš Kubík guarda un vívido recuerdo de la época en la que conoció el ambiente del fútbol estadounidense. A los 16 años, en su instituto de Des Moines (Iowa), era el mejor jugador, y pronto el tercer equipo de la liga empezó a tomarle prestado. A una edad muy temprana, Lubos corría por el césped junto a hombres adultos y pudo crecer como futbolista gracias a ello. El zorro universitario no se hizo esperar.

«Al principio, no veía el ambiente del fútbol de una manera tan exagerada. Cuando volví a la República Checa tras graduarme y pasar una temporada en Filadelfia, vi lo rápido que había avanzado el fútbol en Estados Unidos», explica.

«La liga checa ha superado a Estados Unidos a pasos agigantados. Tienen una gran estructura, se ocupan tanto de los equipos masculinos como de los femeninos y de los juveniles, en los que desde luego no escatiman. En los clubes, se interesan por el concepto y la visión, y piensan a largo plazo. Por ejemplo, se llevaron a Filadelfia al entrenador Jim Curtin, un nombre bastante desconocido en aquel momento. Les gustó su visión y unos años más tarde el equipo ganó toda la liga», recuerda Luboš Kubík.

El viaje de un jugador de fútbol de 16 años a un título universitario estadounidense y a una carrera en la oficina de un importante club de fútbol estuvo lleno de experiencias para Luboš. Al mismo tiempo, dice que se da cuenta de que tomó algunas decisiones por el camino que hoy podría haber tomado de otra manera.

«Sin duda habría sido más fácil si me hubiera guiado por el camino alguien con más experiencia que hubiera pasado por el mismo entorno y me hubiera podido aconsejar en ciertas encrucijadas», cree Luboš.

También por eso trabaja desde hace tiempo en la organización USA Sport & Study, donde dirige la división de fútbol y ayuda a jóvenes futbolistas checos a seguir sus pasos en el extranjero, en universidades estadounidenses.

«Disfruto ayudando a los deportistas que quieren probar algo nuevo y también cursar estudios interesantes y aumentar su credibilidad en el mercado laboral, ya sea en Estados Unidos o de vuelta en la República Checa. Y realmente lo recomiendo a cualquiera que quiera practicar deporte y estudiar al mismo tiempo y cultivar ambas opciones para una futura carrera durante el mayor tiempo posible», concluye.

Fuente: USA Sports & Study

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