Hay que respetar la tradición, una holandesa no pudo subir por llevar la visera oscura

La clasificación para el tercer Grand Slam de la temporada de tenis de este año ofreció un momento interesante y curioso. La tenista holandesa Indy de Vroom no pudo disputar su partido de primera ronda porque el árbitro no le permitió jugar por llevar una visera demasiado oscura.

Aparte de las fresas y la nata montada, el blanco es un color típico del torneo en Gran Bretaña, que los tenistas deben llevar de la cabeza a los pies. Y fue con esta tradición con la que tropezó la holandesa de Vroom.

Resultó que al árbitro no le gustó que el interior de la visera de la tenista, clasificada en el puesto 205, fuera demasiado oscuro, por lo que tuvo que cambiar su atuendo antes del comienzo.

Ni siquiera esta ligera pausa y pequeña distracción cambiaron el hecho de que la eslovaca Viktória Kuzmova, rival de de Vroom, no pudiera desafiar a la holandesa.

Con su atuendo, Indy de Vroom rompió la regla número 7 del código de vestimenta de Wimbledon, que establece que los sombreros (incluido el interior), las diademas, los pañuelos, las sudaderas y los calcetines deben ser completamente blancos excepto por un único ribete de color de no más de un centímetro de ancho. Pero la tenista no ha sido, desde luego, la primera en saltarse esta norma.

Venus Williams o Eugenie Bouchard, por ejemplo, han tenido problemas con esta regla en el pasado. Ambas tuvieron problemas porque sus sujetadores eran rosa y negro, respectivamente.

El famoso Roger Federer también tuvo un problema cuando quiso entrar en un partido en 2013 llevando unas zapatillas con suela de color naranja chillón.

La visera de la holandesa ya no será un problema en Wimbledon, ya que de Vroom se estrelló en la segunda ronda de la fase previa contra la rusa Anna Kalinskaya, por lo que este momento quedará como un recuerdo más de las tradiciones del Grand Slam sobre hierba.

Fuente: Tennis World