Gignac, el cañonero olvidado

André-Pierre Gignac. Puede que sea un nombre completamente desconocido para algunos, pero para los aficionados mexicanos es un ídolo. No es para menos, ha marcado más de 100 goles en liga en su Francia natal y ya suma 149 goles con Tigres UANL en México.

Gignac comenzó su carrera en la cantera del Lorient, para después subir al primer equipo y debutar en la máxima competición francesa con ellos. Era uno de los grandes talentos de la época, así que el Toulouse lo compró por menos de 5 millones de euros en 2007.

Todo parecía muy prometedor, Gignac marcó 42 goles en tres años en el club y tenía un pie en la Premier League, por aquel entonces era el candidato más prometedor del Newcastle United. Pero nada de eso sucedió. En el verano de 2010, el entonces delantero de 24 años se marchó al Olympique de Marsella por 16 millones de euros.

No hay muchos jugadores en el mundo del fútbol que elijan el destino del sur de Francia, Marsella, antes que trasladarse a las islas. Pero Gignac ha construido su carrera a base de decisiones poco convencionales y siempre se ha mantenido firme. Durante su estancia en esta ciudad portuaria, se convirtió en el cuarto máximo goleador de la historia del club y en un favorito absoluto de la afición.

Su peregrinaje por el fútbol francés terminó en 2015, cuando expiró su contrato con su actual equipo, el Marsella, y fichó como agente libre por el Tigres UANL mexicano.

Esta decisión poco ortodoxa ha causado revuelo, más aún si tenemos en cuenta que Gignac se trasladaba lejos de los principales escenarios futbolísticos de Europa en 2015 y, lo que es más importante, en su mejor momento. Así pues, prefirió el tequila a la fama.

Por supuesto, su compromiso mexicano resultó no ser un retiro futbolístico. Con la camiseta de Tigres, Gignac protagonizó una increíble actuación que no termina ni en sus actuales treinta y cinco años. Casi 150 goles en seis años y un sinfín de galardones tanto a nivel individual como de club.

Ahora ha debutado con Francia en los Juegos Olímpicos de Tokio (Japón). El equipo estaba formado por algunas de las jóvenes promesas más solicitadas del fútbol europeo, con sus compañeros en los Tigres mexicanos Florian Thauvin y André-Pierre Gignac codo con codo en el ataque.

Después de tres partidos, es el segundo máximo goleador del torneo, con cuatro tantos, y vuelve a llamar la atención. Tras sus grandes actuaciones en el Mundial de Clubes, también ha mostrado un gran estado de forma en el torneo olímpico y los aficionados mexicanos pueden alegrarse de ver a una auténtica leyenda del fútbol con la camiseta de su club.

Fuente: Transfermarkt