Fútbol
Errores de los porteros y escaso ritmo de juego. Una actuación mediocre de los checos contribuyó a la victoria turca
La selección checa de fútbol perdió su último partido del año natural. El triunfo turco por 2-1 se decidió gracias a los goles de Enes Ünal y Hakan Calhanoglu, y Václav Černý lo celebró para los checos.
La selección checa de fútbol perdió su último partido del año natural. El triunfo turco por 2-1 se decidió gracias a los goles de Enes Ünal y Hakan Calhanoglu, y Václav Černý lo celebró para los checos.
El primer gran acontecimiento del partido fue el final de la carrera del famoso árbitro turco Cüneyt Çakır. En el minuto 5 hizo sonar simbólicamente su silbato por última vez y abandonó el terreno de juego entre los aplausos del público.
En el partido propiamente dicho, fue Hakan Calhanoglu quien primero llamó la atención en el minuto 13 con un intento desde fuera del área, pero Jiri Pavlenka se encargó de atajarlo. En el otro lado, Václav Černý intentó una volea, pero falló el gol.
En el minuto 30, el público lo celebró. Enes Ünal se zafó de la defensa checa y envió el balón al segundo palo. A continuación, Cengiz Under disparó, pero Pavlenka estuvo más acertado esta vez. Los turcos, sin embargo, veían que el gol les ayudaba.
Tras el cambio de lado, los checos empezaron muy pasivos y sin ideas en ataque, pero en el minuto 56 contaron con la ayuda del guardameta local, que dejó pasar un sencillo disparo de Černý al centro de la red. De repente, el partido estaba empatado a uno.
El ritmo lento no se vio favorecido por el gol visitante, la segunda parte estuvo llena de imprecisiones por ambas partes. Sólo en el minuto 65 Cenk Özkacar sacó del aburrimiento a los espectadores, que estaban bien abarrotados, y tuvo que entrar el suplente Tomas Koubek.
Cinco minutos después, Koubek cometió un error. Calhanoglu disparó hacia el primer palo, el guardameta del Augsburgo no se hizo con el espacio.
Los checos empezaron entonces a dominar el balón, pero seguía sin haber ideas ni momentos de sorpresa.
Los checos no pudieron ejercer ninguna presión y perdieron 1: 2.
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