El ruido en torno a Vinícius está empeorando el rendimiento del brasileño. Todos le atacan, merece respeto, Ancelotti le defiende

Vinícius Junior hizo la temporada de su vida el año pasado y, junto con Karim Benzema, llevó al Real Madrid a la Liga de Campeones y a la Liga. Demostró que puede ser uno de los mejores jugadores del mundo, pero ahora atraviesa una pequeña crisis a la que, de alguna manera, está contribuyendo.

La pareja Vinícius-Benzema fue perfecta el año pasado. El tándem brasileño-francés destrozó defensas juntos, el joven talento marcó 17 goles y dio 10 asistencias en la Liga, a lo que hay que añadir un balance de 4+6 en la Liga de Campeones.

En otoño, también prosperó, marcando 6 goles y sumando 3 asistencias en la Liga y anotando cuatro tantos en la Liga de Campeones. Pero tras regresar del Mundial estamos viendo a un Vinícius diferente. El partido del domingo en San Mamés lo demostró al 100%, ya que Vinícius se convirtió por enésima vez en el epicentro del odio de la afición local.

El epicentro del odio

Y todas las influencias circundantes están afectando bastante al rendimiento del joven brasileño. Pero que sea el enemigo de todo el estadio es un tema recurrente, ocurrió en Bilbao el fin de semana, antes en Villarreal, en Valladolid o en Vallecas. Y por supuesto en Madrid, en el derbi con el Atlético, ahí empezaron los problemas.

Todo empezó por el presentador de televisión El Chirinquito, que llamó «mono» a Vinícius por sus bailes de celebración tras los goles. La leña al fuego la echó Koke, capitán de los colchoneros, que advirtió al brasileño de que no bailara en el Civítas Metropolitano porque no sabía lo que pasaría en las gradas.

Vinícius recibió el apoyo de muchos grandes jugadores, sobre todo brasileños famosos por bailar. En las redes sociales, Neymar, Thiago Silva, Richarlison, Raphinha y casi todo el resto de la selección apoyaron públicamente al joven.

En aquel momento, visiblemente no afectó tanto a Vinícius, que marcó cinco goles y dio dos asistencias en el resto del otoño. Pero se produjo un cambio en el comportamiento de los aficionados rivales hacia Vinícius y también, hay que reconocerlo, en su comportamiento.

La pérdida de concentración

el futbolista de 22 años parece haber perdido la concentración en el fútbol. Discute constantemente con el árbitro, discute con los jugadores contrarios, provoca a la grada, a veces añade simulación… Todas estas influencias negativas desaniman a Vinícius a jugar al fútbol y, tras el parón del Mundial, sólo ha marcado un gol en seis partidos, lo que no es suficiente para un jugador de su calidad.

En defensa de Vinícius, el joven delantero ha recibido 92 faltas esta temporada, la mayor cantidad de todos los jugadores de las cinco primeras ligas, con una media de cuatro faltas por partido. Y algunas de las entradas son casi «carnicerías» que intentan sacar al brasileño del partido. Vinícius aún es joven y a veces no puede soportar estos ataques y le hierve la sangre.

A eso hay que añadir los insultos y vejaciones desde la grada al campo contrario. Vinícius no está en el estado mental adecuado para dar el rendimiento al que nos tenía acostumbrados en otoño o la temporada pasada.

Enderezar la cabeza

El entrenador Carlo Ancelotti también se ha dado cuenta del creciente problema. Todo el mundo le presiona: los aficionados, los rivales, los árbitros… Realmente no sé por qué está pasando esto, él se dedica al juego. Le afecta, pero es joven y estoy seguro de que mejorará en ese aspecto. Es un chico muy sensible y hablo con él para que no pierda la concentración. Queremos que sea más respetuoso», dijo Ancelotti en la rueda de prensa posterior al partido contra el Athletic.

Aunque eso no está ocurriendo en la Liga de Campeones, en prácticamente todos los estadios de la Liga, los aficionados han estado esperando a Vinícius e intentando utilizar palabras malsonantes para interrumpirle y abuchearle. Algo parecido ocurrió con Cristiano Ronaldo, pero claro, el portugués estaba motivado por el odio, Vinícius no se lo ha tomado tan bien hasta ahora.

Así que el Real Madrid debe encontrar la manera de deshacerse del creciente problema. Los Blancos necesitan a Vinícius centrado, mentalmente bien y en plena forma. Ancelotti debe centrarse en lo único que puede cambiar: la cabeza de Vinícius. El brasileño necesita concentrarse en el juego y dejar completamente de lado las discusiones con el rival y los árbitros.

El jueves, Vinícius se enfrentará al Atlético de Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey, pero por suerte para él en casa, en el Santiago Bernabéu, donde la afición le quiere y le admira. Después de eso, el Real juega dos veces en casa en la liga, pero luego viene un viaje a las Islas Baleares para enfrentarse al Mallorca.

Allí, la temporada pasada, tuvo una discusión con Riello, que intentó lesionarle con una entrada devastadora. Es de esperar que no vuelva a ser recibido con cariño en San Moix. Será una gran prueba para ver si Vinícius ha pasado página.

Fuente: La Liga, Real Madrid