el futbolista eslovaco, de 49 años y con un gran pasado, ¡logró marcar en el sexto segundo del partido!

Marek Penksa demostró a todo el mundo que el fútbol no se olvida. A sus 49 años, aún no ha olvidado ninguna de sus habilidades futbolísticas. Su carrera fue bastante rica, durante la cual vistió las camisetas de equipos muy famosos.

Jugó en la Bundesliga, también es el ganador de la liga húngara. Durante su rica carrera probó equipos como el Fráncfort, el Dresde, el Wisla o incluso el Rapid de Viena. Ganó el título húngaro con el Ferencváros.

Con la selección checoslovaca sub-16 se proclamó campeón de Europa en 1990. En el partido final contra Yugoslavia, que terminó 3:2 tras la prórroga, Penksa incluso marcó un gol.

Jugó con Eslovaquia en la selección absoluta. Marcó un total de 7 goles como titular. Su primo es Pavol Penksa, portero de fútbol que ha jugado fuera de Eslovaquia, en Austria, República Checa, Hungría, Escocia y Chipre.

El padre de Pavol, Milan Penksa, también fue un conocido portero. Toda la familia está literalmente entrelazada con el fútbol, y que talento no le falta lo demuestra un balón maravillosamente golpeado y un gol marcado desde el centro del campo directamente tras un centro.

«Vi que el portero estaba muy alto, así que le dije a mi amigo Michal Nosáľ que me pasara el balón. Inmediatamente bromeó sobre si iba a chutar dentro», explicó Penksa al sitio web SME.sk sobre la acción durante el saque inicial del partido Ružina – Divin.

Entonces demostró a sus compañeros que sabía chutar de verdad. El balón voló por encima del portero y pasó directamente por debajo del larguero, por utilizar el argot futbolístico. Como tengo problemas en el tendón de Aquiles, pasé el balón al pie izquierdo. Y metí el balón en la portería. Puede que haya sido el gol más rápido de la historia del fútbol, de todo el mundo», se ríe el veterano futbolista eslovaco.

Penksa es entrenador de juveniles. Es el entrenador jefe del club Bánská Bystrica. Sin embargo, sigue jugando al fútbol activamente. Concretamente, en la séptima máxima competición eslovaca. Aquí hay un régimen más laxo, como demuestra su historia.

Estaba en Banská Bystrica para ver el partido de mi hijo, así que llegué cinco minutos antes del saque inicial. Me cambié rápidamente, me estiré y corrí al campo», añadió.

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