Cómo Laporta está destruyendo al Barcelona. En lugar de sanar, podría meter al club en aún más problemas

¿Qué hace un directivo cuando su empresa se ahoga en números rojos? Se aprieta el cinturón, toma medidas de crisis para recortar al máximo las deudas. Pero Joan Laporta, el presidente del Barcelona, está haciendo exactamente lo contrario. Y podría costarle caro al club catalán.

El Barcelona se está ahogando en enormes deudas, eso no es noticia. Pero en lugar de intentar salir de ellas, la directiva ha aguantado dos o tres años más modestos y ha vuelto a la cima con movimientos inteligentes, intentando reforzar el equipo A de inmediato a cualquier precio, aunque no haya finanzas para ello en absoluto.

En estos momentos, el Barcelona ni siquiera puede inscribir a Andreas Christensen, que llega del Chelsea completamente gratis. El tope salarial al que deben atenerse los equipos de La Liga demuestra que el club está en números rojos. Así que los blaugranas primero tienen que deshacerse de algunos jugadores, sólo que no llegan ofertas por ellos.

Los catalanes deben darse cuenta de su situación. En estos momentos no pueden comprar jugadores caros con grandes salarios. Sobre todo cuando obligan a sus jugadores a rebajarse el sueldo para que el club siga funcionando. Me pregunto qué pensará un jugador cuando se rebaje el sueldo por el bien del club y luego vea que el Barcelona se gasta 65 millones de euros en un jugador y le da un sueldo enorme

Lo lógico sería apretarse el cinturón. Deshacerse de jugadores con grandes sueldos y apostar por jugadores de calidad de la cantera o jugadores libres y baratos. Claro, será cruel, puede que el Barcelona ni siquiera juegue por el título o la Liga de Campeones durante dos, tres, cuatro años. Pero se recuperarán de su estado actual y volverán sanos y con estilo.

Pero lo que está haciendo Joan Laporta es sólo un camino a la ruina. Está intentando contentar a Xavi a toda costa y traer grandes refuerzos. Ya en invierno ha traído a Ferran Torres por 65 millones de euros, a Pierre-Emerick Aubameyang y a Adama Traoré, endeudando aún más al club. Y todo ello sólo para que el Barcelona se clasifique para la Liga de Campeones y caiga en cuartos de final de la Europa League.

Otros grandes fichajes

Y ahora vuelve a la carga. Quiere traer a Lewandowski, al que el Bayern no dejará marchar por menos de 40-50 millones de euros, además de que tendrá que prometerle al jugador un gran sueldo. También negocia por Morata o Moreno por la misma cantidad, y atrae como agentes libres a Di María del PSG, Kessié del AC Milan y Alonso Azpilicueta del Chelsea.

Y ahora se ha empezado a hablar de otro gran nombre. Xavi es un gran admirador de Bernardo Silva y Laporta quiere traerlo. Pero tropieza, ya que el Manchester City valora a su centrocampista en 100 millones de euros. Lo lógico sería dejarlo marchar y buscar una opción más barata.

Pero Laporta quiere hacer caja con la compra de Bernard vendiendo a Frenkie De Jong, por el que está interesado el Manchester United. Su precio rondaría los 80 millones de euros, por lo que los culés aún tendrían que desembolsar otros 20 millones, de los que sencillamente no disponen en estos momentos.

Por lo tanto, las acciones de Laporte son absolutamente incomprensibles. Incluso un profano puede ver a simple vista que no hay espacio para grandes refuerzos en este momento, pero el club debe primero sanearse, lo que sólo puede hacerse con medidas drásticas. Así es como los catalanes entrarán en una espiral en la que los problemas sólo se aplazarán y podría acabar trágicamente.

Aunque a los seguidores del Barcelona no les gustará oír comparaciones con el Real Madrid, Laporta debería tomar ejemplo de Florentino Pérez. Los blancos estaban muy endeudados tras la era de ‘Los Galácticos’, y el experimentado empresario se marcó como objetivo liquidar el club en los próximos años. Y lo ha conseguido, convirtiendo al club en uno de los más estables financieramente de Europa.

Además, cuando empezó a construir un nuevo estadio y a preparar la futura llegada de Kylian Mbappé, se apretó mucho el cinturón. 3 temporadas seguidas de fichajes (invierno 2020, verano 2020, invierno 2021) no ha gastado un euro ni ha traído jugadores. El verano pasado solo compró a Camavinga por 35 millones de euros y Alaba vino gratis. Sin embargo, había margen para ello con la salida de los grandes sueldos de Sergio Ramos y Raphael Varane.

El Barcelona debería enfocar la situación de la misma manera. No comprar jugadores por enormes sumas, apostar por su gran cantera, complementada con algunos fichajes libres adecuados.

Pero si sigue comprando jugadores que ni siquiera puede inscribir, también podría acabar muy mal.

Fuente: Barcelona, Transfermarkt