Chelsea – Manchester City: pronóstico y apuestas

El sábado, poco después del mediodía, tenemos el partido de la jornada, cuando el líder Chelsea reciba al Manchester City, que está a 3 puntos del liderato. ¿Quién marcará el primer segundo gol de la actual temporada de la Premier League?

El Chelsea ha mantenido su rendimiento de la temporada pasada y, salvo el empate contra el Liverpool, no ha cedido ni un ápice. Por eso, junto con el equipo de Jürgen Klopp, lidera actualmente la liga con un punto de ventaja sobre el Manchester United.

Una victoria contra el Manchester City daría al equipo londinense una gran inyección de confianza, ¿4 puntos en dos partidos contra los máximos favoritos al título de liga? Sería un comienzo de ensueño

Pero Pep Guardiola no es el tipo de entrenador que lo aceptaría. Y lo que es más, le gustaría compensar a su homólogo por la derrota en la final de la Liga de Campeones. Por eso este partido será muy picante.

Los Citizens han perdido 4 puntos hasta ahora, tras caer ante el Tottenham nada más empezar, y la última vez sólo empataron sin goles con el Southampton. Es con los Saints con quien me detendría, ya que están dirigidos por Ralph Hasenhüttl, conocido por su madurez táctica, ¡lo que no le sienta nada bien a Guardiola!

Y es Thomas Tuchel quien actualmente está siendo aclamado como uno de los mejores entrenadores en cuanto a esta cualidad, quizás el mejor de la historia, y no cabe duda de que una vez más preparará bien a sus rivales.

El ligero favorito para el partido es sin duda el Chelsea, que ha ganado los 3 últimos enfrentamientos entre ambos y siempre ha marcado al menos dos goles en los 3 últimos duelos ligueros.

Sin embargo, el Manchester City no ha marcado en los 4 últimos duelos ligueros, lo que interesará especialmente a Romelu Lukaku, autor de 3 goles ligueros con la camiseta de los Blues.

Aunque ambos equipos están haciendo un gran trabajo defensivo, espero ver caer goles por ambos lados. Los partidos de liga entre estos dos rivales no han estado últimamente tan ligados por la táctica y, desde luego, por la sensación de no cometer errores como en los dos anteriores partidos de copa.