Fútbol
Alexandre Pato tenía un gran potencial, pero las lesiones arruinaron su carrera
Año tras año, los cerebros de los aficionados al fútbol reciben un masaje en forma de un nuevo cargamento de jóvenes promesas que dominarán el fútbol mundial en el futuro. Algunos acudirán a la llamada del futuro brillante y cambiarán el curso de la historia del fútbol, pero la mayoría de ellos, comprensiblemente, no lo conseguirán por diversas razones. El delantero brasileño Alexandre Pato pertenece a este último grupo.
Año tras año, los cerebros de los aficionados al fútbol reciben un masaje en forma de un nuevo cargamento de jóvenes promesas que dominarán el fútbol mundial en el futuro. Algunos acudirán a la llamada del futuro brillante y cambiarán el curso de la historia del fútbol, pero la mayoría de ellos, comprensiblemente, no lo conseguirán por diversas razones. El delantero brasileño Alexandre Pato pertenece a este último grupo.
Inicios en Porto Alegre
Un nombre que quizás evoque tristeza o incluso emoción en muchos. Por no hablar de los jugadores de la serie de juegos FIFA, en la que el brasileño era imparable, ya fuera en tu equipo o en el del adversario. Y créeme, ¡no querías tenerlo en tu contra!
Pato empezó una prometedora carrera en el Inter de Brasil, un club de Porto Alegre. Allí pasó toda su carrera juvenil y comenzó la absoluta. Sin embargo, en su Brasil natal no calentó mucho en lo que al fútbol adulto se refiere, ya que sus actuaciones llamaron la atención de muchos grandes clubes europeos. Sin embargo, fue el AC Milan quien finalmente lo reclutó en 2007.
El equipo de sus sueños, el AC Milan
En las tres primeras temporadas, su participación pareció ser una de las más exitosas de la historia del club. El joven de pies rápidos era imparable. El incisivo disparo del oriundo de Pata Branca, su elección de la posición y su sano descaro juvenil le adornaban. Alessandro Nesta, Paolo Maldini, Clarence Seedorf, Kaká, Ronaldinho y David Beckham fueron algunos de los que jugaron con él en aquella época. Eran los reputados pases lejanos de Becks los que más gustaban al joven delantero.
Saber a quién se enfrentaba en el terreno de juego no debió de ser nada agradable en aquella época en el santuario del fútbol milanés: el famoso club de San Siro era aún más aterrador.
Por desgracia para Pat, vinieron después dos años pasados casi enteramente de baja. Entre lesión y lesión, Alexandre Rodrigues da Silva, como suena su nombre completo, seguía jugando bien, pero infligirse una lesión muscular tres veces en menos de un año era frustrante.
Aun así, se las arregló para marcar el quinto gol más rápido de la Liga de Campeones, por ejemplo, cuando cogió el balón en el centro del campo y lo pasó con confianza entre los dos tapones del Barcelona. Superó vergonzosamente a ambos defensas y remató sin concesiones entre las piernas del guardameta Valdés.
Ah, las lesiones
Pero más lesiones y, en la temporada siguiente, las malas actuaciones le valieron a Pat el Bidone doro, el premio al peor jugador de la Serie A de aquella temporada. A partir de entonces, una carrera prometedora fue cuesta abajo.
El delantero regresó entonces a Brasil, concretamente al Corinthians. A partir de ahí, fue invitado primero al Sao Paulo y luego al Chelsea londinense, pero en ningún sitio ofreció actuaciones deslumbrantes cuando estaba sano. Siguió un traspaso al Villarreal español, luego a China durante dos años y de nuevo al Sao Paulo, donde jugó la temporada pasada.
Una gran pena. Para un futbolista que ganó el Premio Golden Boy 2009 al mejor futbolista menor de 21 años, su carrera futbolística, a pesar de una decente lista de direcciones futbolísticas conocidas, tiene al final un regusto amargo. Se suponía que iba a ser el próximo Ronaldo brasileño, y sus comienzos fueron más que prometedores. Si hubiera evitado las lesiones, la historia habría sido diferente.
Fuente: Transfermarkt, Livesport