¿A Snezka en pantalón corto? Los duros rompen mitos e inspiran. Dicen que no pasarás frío

¡Vístete, que te vas a poner malo! Todos los niños han oído esta frase de su madre. Pero ocurre lo contrario con un grupo de los llamados biohackers, que utilizan habitualmente el frío en su beneficio durante los meses de invierno. El más famoso de ellos, Libor Mattuš, autor del popular libro Cold Therapy, se deshizo hace años del exceso de ropa y varias veces al año sube a la cima de la montaña checa más alta sólo en pantalones cortos.

Siempre se ha sentido muy atraído por el frío y su potencial para el desarrollo personal. En sus propios paseos en bañador a temperaturas bajo cero en su Brno natal, experimentó una y otra vez lo que esta forma de terapia de frío puede hacer por el cuerpo, la psique y la felicidad en la vida.

Su colega Veronika Allister inició las primeras excursiones en equipo a Sněžka hace años y la idea cuajó. Este invierno hay previstas hasta seis expediciones en grupo, a menudo de hasta treinta entusiastas.

«El frío tiene un potencial asombroso para darnos información sobre nosotros mismos y nuestras reacciones en distintas situaciones. No hay que tenerle miedo. Y esa es precisamente mi mayor motivación. Ver hasta qué punto el frío puede ayudar a la gente a reflexionar sobre sus habilidades y lo que el frío puede aportar a nuestra vida cotidiana. Tanto sidirigimos un negocio, somos empleados, criamos a nuestros hijos, dirigimos un equipo o trabajamos con gente en general», dice con entusiasmo el hombre de hielo checo.

Las expediciones, de dos a tres días de duración, comienzan en el refugio, donde Mattuš y su equipo preparan al grupo para lo que les espera al día siguiente tras recorrer las montañas nevadas hasta la cumbre. A diferencia del holandés más popular del mundo, Wim Hof, que pasa hasta seis días preparándose con su equipo, Liboš sólo necesita medio día para preparar a los participantes para el frío mediante ejercicios especiales.

«Llevo años buscando los métodos más eficaces en todos los sistemas de entrenamiento posibles y yo mismo lo pruebo todo activamente. El resultado es la preparación responsable de un individuo normal para un evento de este tipo, en el que pasamos tres horas a temperaturas bajo cero», describe.

Seguramente, se estará preguntando, ¿cómo es que los participantes no pasan frío en calzoncillos después de viajar a diez grados bajo cero? «No es que no tengamos frío en absoluto, simplemente aprendemos a ser amigos de él. Los humanos estamos evolutivamente bien adaptados al frío, sólo tenemos que abrirnos a este hecho y practicar cuidadosamente ejercicios físicos y de respiración preparatorios», dice Mattuš.

Hace unos años, Mattuš ayudó al campeón y luchador de la UFC Jiri Prochazka con la terapia del frío y entrena regularmente a individuos y equipos enteros.

«Una persona de nuestro tipo tiene a sus espaldas trescientos mil años de evolución. Más del 99,7% de ella no ha tenido lugar en casas aisladas y coches con calefacción, sino al aire libre, en condiciones muy inhóspitas donde el frío formaba parte de la existencia diaria», añade, basándose en estudios y en su propia práctica.

Durante cinco años de escalada en la Sněžka, Mattuš innovó regularmente técnicas físicas y de respiración individuales para poder calentar a los participantes de forma muy eficaz en sólo treinta segundos. «Se trata de entender la fisiología del cuerpo y cómo la psique se relaciona con ella», opina.

La expedición está abierta a cualquiera que le guste superar sus límites, y la primera está prevista para el tercer fin de semana de enero.

Fuente: Libor Mattuš