Comentario: La dimisión de Rooney confirma los tiempos tristemente superficiales en los que nos hemos metido

El nombre de Wayne Rooney es reconocido en el mundo del fútbol por todos los aficionados a este deporte. Su esfuerzo, diligencia y dedicación le han valido numerosos premios. Sin embargo, ¡lo que más odiaba eran las maquinaciones!

Un ejemplo típico de la frase anterior podría ser el encuentro de Rooney con Cristiano Ronaldo sobre el terreno de juego, cuando el talento portugués jugó con los nervios muy finos de su futuro compañero de equipo.

Rooney no dudó demasiado y mandó a Ronaldo al suelo sin concesiones, ¡sólo para descubrir que eso definitivamente no va con él!

Otra prueba de su excepcionalidad fue el final del partido entre el D. C. United y Orlando. El equipo de Rooney jugó un saque de esquina en el último minuto del partido, con empate a 2-2, en el que entró el portero.

Sólo que los jugadores del Orlando consiguieron desviarlo, y a su vez uno de sus jugadores salió al contraataque a puerta vacía. Sin embargo, Rooney se negó a ceder y corrió tras su rival, escabulléndole el balón, que envió desde el centro del campo de vuelta a la portería, donde sus compañeros consiguieron introducirlo en la red. ¡Menudo partidazo!

Y ahora llegamos al meollo de este artículo.

Recuerdo cuando tuvimos que ir a entrenar aquel día después de perder el partido. Todavía estaba muy enfadado y cuando entré en el vestuario con Michael Carrick nos encontramos a Jesse Lingard y Paul Pogba riendo y bailando», dijo Rooney a Sky Sports en una de sus muchas entrevistas.

Desde luego, disfrutar de la vida y bailar no tiene nada de malo, sino todo lo contrario. Pero a veces, cuando ves a Pogba, Neymar y algunos de los otros jugadores caminando por el campo y los ves soltando una entrada tras otra y cayendo teatralmente después de cada ligero contacto, casi te entristece ver cómo han cambiado los tiempos desde los viejos tiempos.

El propio Rooney se enfrentó a esta cuestión en una ocasión y comentó muy acertadamente que si los jugadores están tan increíblemente sobrepagados no pueden tener motivación deportiva, ya que el aspecto financiero es tan fuerte que en algún momento de sus carreras simplemente se les escapará algo.

Por eso tampoco sorprenden los resultados de un estudio denominado «Fenómeno del año de contrato», conocido desde hace tiempo.

El estudio examinó el rendimiento de los jugadores antes y después de firmar un contrato. Es lógico que una persona esté preocupada por su futuro y, cuando se acerca el final de su contrato, se esfuerce mucho más de lo normal por conseguir una nueva y mejor oferta. A veces, sin embargo, es increíblemente llamativo.

Pero eso no es lo que Rooney y otros han abordado. Jugaban porque amaban el deporte y les encantaba ganar, para lo cual se sacrificaban mucho.

Incluso hoy en día, hay muchos de esos rompecorazones que anteponen el deporte a todo lo demás, pero por otro lado, hay muchos que utilizan el dinero, las redes sociales y otras cosas para llegar a donde no podrían llegar sin ello debido a su falta de talento.

Los aficionados a la Fórmula 1 podrían contar una historia…

Fuente: YouTube, Sky Sports