¿Cómo apoyar la adopción de perros? En Rumanía, los futbolistas jugarán con sus mascotas en brazos

Rumanía lleva mucho tiempo plagada de refugios superpoblados llenos de perros en busca de un nuevo hogar. Así que la Federación Rumana de Fútbol se ha hecho cargo del problema y ha firmado un acuerdo con las autoridades locales por el que los jugadores de la máxima competición jugarán con perros abandonados durante el resto de la temporada.

En la máxima competición rumana, la 6ª jornada de liga comenzó de forma poco convencional tras el parón nacional. Además del dominio por seis goles del equipo local, el FCSB, durante el derbi con el Dinamo de Bucarest también se vieron sobre el césped criaturas de cuatro patas.

Los jugadores del Dinamo no entraron solos al campo. Mientras que en la Liga de Campeones es costumbre ir acompañados de niños, en Rumanía los jugadores se acostumbrarán a la compañía de criaturas caninas. Durante un año, apoyarán la adopción de animales sin hogar.

Cada perro en el campo lleva una etiqueta con su nombre alrededor del cuello junto con una bufanda. Los aficionados presentes en el estadio o frente a las pantallas de televisión podrán adoptar a cualquiera de los perros y ofrecerle un hogar. Como parte del acuerdo para introducir a los perros, se prohíbe estrictamente cualquier tipo de pirotecnia o prácticas similares durante los preparativos.

El problema de los perros abandonados en Rumanía

Los problemas con los perros abandonados y vagabundos empezaron a surgir durante el periodo comunista. Mucha gente tuvo que mudarse a edificios de apartamentos donde no se permitían los perros. Así que la gente empezó a deshacerse de ellos dejándolos en la calle.

En 2013, el problema de los perros abandonados llegó a su punto álgido. En aquel momento, había unos 65 000 perros abandonados en las calles de Bucarest, lo que también suponía un peligro para los habitantes de la ciudad. En los ocho primeros meses, menos de 10 000 personas fueron atendidas por mordeduras de perro.

Así que el gobierno decidió dar un paso radical. Publicó una ley que permitía eutanasiar a los perros que no fueran adoptados en 14 días. Esta ley provocó una ola de descontento en todo el mundo, y se celebró una protesta en Praga frente a la embajada rumana. La ley fue anulada por el tribunal en julio de 2014.

Gracias a la mayor concienciación sobre el problema, empezaban a vislumbrarse tiempos mejores. Los perros empezaron a ser transportados desde Rumanía a otros países donde podían encontrar un hogar. Por ejemplo, hasta 2013 no se importó ni un solo perro a Inglaterra. En 2017, ya había 15.548.

No obstante, los refugios siguen estando saturados en Rumanía, por lo que una campaña en la principal liga de fútbol rumana debería ayudar.

Fuentes utilizadas: BBC, The Bridge