España está siendo objeto de numerosas críticas. Morata: Que la gente diga lo que quiera. Estamos en un país donde la opinión es libre

Lo que parecía el grupo más factible es ahora una pesadilla para España. Sólo los empates ante Suecia y Polonia han condenado al equipo de Luis Enrique a un tercer puesto provisional en la tabla con dos puntos. De forma un tanto peculiar, el delantero Álvaro Morata también se posicionó en contra de las críticas.

De 2008 a 2012, España dominó el fútbol en Europa y, por extensión, en el mundo. Todo el mundo temía a esta selección, un duelo mutuo significaba casi 90 minutos de carrera sin balón. Pero las estrellas de esta selección ya no están, sustituidas por una nueva generación. Pero hasta ahora no ha tenido mucho éxito.

El seleccionador Luis Enrique ya fue muy criticado antes del torneo por su designación. Por ejemplo, dejó fuera al capitán y líder Sergio Ramos, a Nacho, que hizo la temporada de su vida, a Iago Aspas, que tuvo unos números asombrosos en la Liga (14+13), y a Mario Hermoso, del Atlético de Madrid campeón.

El ex entrenador del Barcelona también ha sido criticado por su alineación. Marcos Llorente, que también hizo la temporada de su vida como centrocampista ofensivo (12+11), juega de lateral derecho. En el primer partido, el técnico volvió a dejar en el banquillo únicamente a Gerardo Moreno, el goleador del Villarreal. Pablo Sarabia, que sin duda no atraviesa su mejor momento de forma, entra en juego con regularidad. Y hay mucho más.

En España, el fútbol es una religión. La Furia Roja, como se conoce a la selección española, es una gran pasión para los españoles. Pero cuando las cosas van mal, la respuesta es extrema. Tanto por parte de los medios de comunicación como de los aficionados.

La mayor oleada de críticas tras el primer partido se dirigió a Álvaro Morata, que falló una ocasión contra Suecia. Según muchos, no es el delantero número 1 de la selección, pero Luis Enrique sigue confiando mucho en él. Se lo devolvió con un gol ante Polonia, pero el 1-1 dio al traste con todo. Y las críticas no han cesado, sino todo lo contrario.

«Que la gente diga lo que quiera. Si tuviera que preocuparme por lo que dice la gente… Imagínatelo. Que digan lo que quieran. Estamos en un país donde opinar es libre y fácil, así que que digan lo que quieran. Intentaremos darlo todo», sorprendió Morata con su sinceridad en la entrevista posterior al partido.

España se encuentra así al borde del precipicio tras empatar a cero con Suecia y a uno con Polonia. Si no gana a Eslovaquia en su último partido, puede quedar eliminada del torneo. Y eso causaría un gran revuelo en un país de casi 50 millones de habitantes.

Lo que más resuena en Iberia es la ausencia de un líder. Los españoles tienen un equipo de fútbol muy bueno, pero todos son «chicos buenos y tranquilos». Lo que falta es alguien que pueda agitar al equipo, ya sea con palabras o con un desliz más agudo. Enrique tenía uno de esos capitanes en la plantilla, pero decidió no nombrarlo. Y Sergio Ramos ya sólo ve el torneo por televisión.

Fuente: Marca, AS Diario