Dani Alves vuelve a declarar ante el juez, podría acabar en la cárcel varios años. No soy un violador, responde a las acusaciones de la mujer supuestamente abusada

La ex estrella del Barcelona Dani Alves se enfrenta a graves problemas desde el año pasado. En febrero de 2023, un tribunal de Barcelona le denegó la libertad bajo fianza. Después, el miércoles 7 de febrero de este año, volvió a declarar sobre el incidente de la discoteca, tras lo cual negó haber violado a la mujer en cuestión.

Dani Alves empezó a ser investigado por un tribunal catalán por presunta agresión sexual en enero del año pasado. Un mes después ingresó en prisión preventiva, con la esperanza de salir en libertad bajo fianza.

Pero ésta fue finalmente rechazada por el tribunal y el ex futbolista brasileño permanece en prisión preventiva desde entonces. El motivo de esta decisión fue que, dada la fortuna del astro del fútbol, su permanencia en España correría peligro.

Alves ya había negado en su momento todas las acusaciones vertidas contra él por su esposa. La fecha del próximo juicio se hizo esperar, pero finalmente todos los implicados se reunieron ayer, 7 de febrero de 2024.

El de Juazeiro volvió a negar haber agredido sexualmente a la mujer. El problema, sin embargo, tal y como describe The Athletic, es que Alves ha cambiado su versión varias veces a lo largo del año.

Al principio, el poseedor de seis títulos españoles dijo que no había conocido a la mujer en el club al que fue a bailar. Sin embargo, después admitió que había mantenido relaciones sexuales sin protección con la mujer en cuestión, con su consentimiento.

Alves tendrá que esperar al veredicto final

Durante el juicio del miércoles, Alves declaró al principio con calma, pero luego no pudo soportar más el peso de la situación y acabó llorando. No obstante, declaró que fue la mujer quien le sedujo durante el baile y que acabó ofreciéndose voluntaria para ir al baño con él.

Allí se produjo la relación sexual, y cuando el fiscal le preguntó si Alves había forzado a la mujer o se había comportado de forma violenta, respondió que no. «De ninguna manera, no soy ese tipo de persona, no soy violento. Si ella quería irse, podía hacerlo. No estaba obligada a estar allí», dijo el brasileño de 40 años, citado por The Guardian.

La mujer declaró ante el tribunal desde detrás de un biombo y con el sonido distorsionado para preservar su anonimato. El tribunal emitirá su veredicto final en las próximas semanas. El fiscal pide una pena de nueve años de prisión con una multa de 150.000 euros si es declarada culpable. Los abogados proponen incluso una condena de tres años.

Fuente: The Athletic, BBC, X