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Tenis

Markéta Vondroušová recuerda París. Ahora soy cuatro años mayor y también una persona ligeramente diferente, dice antes de la final de Wimbledon.

Hacía mucho tiempo que no llegaba a la final de Wimbledon una jugadora individual no cabeza de serie. Después de seis décadas, la checa Markéta Vondroušová lo ha conseguido. Su duelo final contra Uns Dzhabira la espera en la pista central del All England Club el sábado a las 15.00 horas.

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Que una jugadora individual no cabeza de serie llegue a la final de Wimbledon no ocurría aquí desde hacía mucho tiempo. Después de seis décadas, la checa Markéta Vondroušová lo ha conseguido. Su duelo final contra Uns Dzhabira la espera en la pista central del All England Club el sábado a las 15.00 horas.

La tenista de veinticuatro años ha alcanzado la final de un Grand Slam por segunda vez en su carrera.

«Pensar que podría hacerlo era casi imposible porque no había jugado muchos partidos en hierba antes. Si hubiera ocurrido en tierra batida o en una superficie dura, habría creído que era posible. Pero en hierba es increíble para mí. Esaún más loco que haya sucedido», describió Markéta Vondroušová sus sensaciones en la página web del organizador del torneo.

El año pasado por estas fechas, Vondroušová tenía el brazo escayolado. Se sometió a dos operaciones en la muñeca izquierda y estuvo seis meses sin jugar al tenis. No volvió a las pistas hasta noviembre, e incluso entonces había dudas sobre si recuperaría su forma óptima. En aquel momento, la tenista checa ocupaba el puesto 14 de la clasificación mundial.

«No siempre es fácil volver porque no sabes si puedes jugar a ese nivel y llegar a lo más alto en estos torneos. Estoymuy agradecida de poder volver a la pista y jugar sin dolor», confiesa Vondroušová.

La experiencia de París puede ser muy útil

Vondrousova ya sabe lo que es jugar una final de Grand Slam. En 2019, jugó la final del Abierto de Francia contra Ashleigh Barty y perdió 0-2 en sets. Sin embargo, adquirió una valiosa experiencia y, cuatro años mayor y más sabia, ahora se siente mejor preparada para la batalla final.

«He pasado por ello y creo que puede ayudarme. Entonces era muy joven y era demasiado para mí. Ahora soy mayor y también una persona un poco diferente. Sé lo que tengo que hacer y también sé que tienes que tener buena gente a tu alrededor», Vondrousova se muestra positiva de cara a la final de Wimbledon.

El marido de Marketa, Stepan, estará entre el público para cruzar los dedos por la sorpresa checa. Hasta ahora sólo ha estado animando a la pantalla del televisor mientras cuidaba de su gato Frankie. Pero ahora lo ha dejado en casa y ha venido a Londres junto con la hermana de Vondroušová.

«Hemos escrito al cuidador de gatos para que venga a nuestra casa y cuide de Frankie. Vendrá el viernes», asegura con una sonrisa la finalista de Wimbledon que asegura que su amigo felino estará en buenas manos durante la emocionante batalla.

Fuente: Wimbledon, WTA

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