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¿Porsche y Red Bull? Al parecer, definitivamente un asunto muerto. ¿Por qué decidió la escudería austriaca romper las negociaciones con Porsche?
Durante meses, ha sido un secreto a voces que Porsche y Red Bull Racing se convertirían en socios y trabajarían juntos en el desarrollo de trenes motrices a partir de 2026. Además, Porsche iba a comprar una participación en Red Bull. Pero al parecer eso no va a suceder, y no hay acuerdo entre las dos compañías…
Durante meses, ha sido un secreto a voces que Porsche y Red Bull Racing se convertirían en socios y trabajarían juntos en el desarrollo de trenes motrices a partir de 2026. Además, Porsche iba a comprar una participación en Red Bull. Pero al parecer eso no va a suceder, y no hay acuerdo entre las dos compañías…
Según Motorsport, Porsche y Red Bull iban a anunciar oficialmente la formación de esta asociación allá por el Gran Premio de Austria, y las negociaciones han avanzado hasta el punto de que Porsche incluso ha solicitado permiso a las autoridades anticártel para comprar el equipo.
Pero cuando otro fabricante del Grupo Volkswagen (Audi) confirmó su entrada en la F1 durante el Gran Premio de Bélgica, el silencio de Red Bull y Porsche sobre sus planes de futuro sugirió que había algunos obstáculos.
Así que la situación actual parece ser que no habrá planes conjuntos. Así que la futura colaboración entre Porsche y Red Bull, que incluía la venta de acciones de la escudería de Milton Keynes, ha quedado aparentemente descartada.
«Porsche no se convertirá en accionista de nuestra empresa», dijo Helmut Marko, asesor de Red Bull, a F1 Insider. Además, según las últimas informaciones, la afirmación de Marko se basa efectivamente en argumentos realistas.
Esto significa que no habrá compra del equipo, como se esperaba en un principio. En el mejor de los casos, Red Bull y Porsche sólo llegarán a un acuerdo para el suministro de unidades de potencia.
Inicialmente, todas las negociaciones fueron rápidas y casi sin complicaciones. Pero a medida que Red Bull y Porsche se ponían a explorar los detalles más importantes, y cuantos más ejecutivos del fabricante alemán se sentaban a la mesa, más crecía el escepticismo en el campamento de Milton Keynes.
En la práctica, se trata de una decisión sencilla. Red Bull tiene un piloto estrella en Max Verstappen, uno de los mejores jefes -Christian Horner-, un gran diseñador en Adrian Newey, en definitiva un equipo magnífico y fuerte que puede reaccionar muy rápido ante cualquier cosa.
Red Bull en su conjunto nunca ha sido más fuerte que cuando era totalmente independiente y capaz de reaccionar inmediatamente ante cualquier problema. Además, si tenemos en cuenta el funcionamiento de las grandes empresas automovilísticas en el entorno de la F1, ya fuera Toyota, BMW u Honda, que tenían sus propios equipos en la Fórmula 1, todas tenían una cosa en común.
Procesos burocráticos que hacían imposible que estas empresas automovilísticas se adaptaran plenamente a las necesidades del que quizás sea el deporte más exigente del mundo.
Y que a su vez sufrían la falta de agilidad en la F1 que hace de Red Bull un equipo tan fuerte. Y este es el punto clave por el que el acuerdo Red Bull/Porsche puede calificarse de muerto.
F1 Insider, Automovilismo