El día que Mourinho se plantó orgulloso frente al Santiago Bernabéu y se enfrentó a la furiosa afición del Real Madrid

En la temporada 2012/2013, José Mourinho sufrió grandes críticas por parte de los aficionados del Real Madrid, que le abuchearon durante los partidos y exigieron su marcha del club de sus amores. El entrenador portugués decidió entonces tomar cartas en el asunto y enfrentarse a las críticas a su manera.

Mourinho llegó en 2010 para devolver al Real Madrid la gloria perdida

Tras cosechar numerosos éxitos como entrenador del Oporto, el Chelsea y el Inter de Milán, José Mourinho llegó al Real Madrid en 2010. La plantilla repleta de estrellas de los blancos vivió una época de sequía en ese periodo, viendo cómo el Barcelona reinaba en el fútbol mundial.

Se suponía, pues, que el estratega portugués era el hombre que devolvería al gigante español su antigua gloria. Pidió paciencia a la afición en su primera temporada y prometió un título español en la siguiente. Lo prometió y lo cumplió.

En su primera temporada en la soleada España, ganó la Copa de España. En una final memorable, se impuso a la máquina de Pep Guardiola. En su segunda temporada, consiguió ganar la Liga prometida, ganándose el respeto de todos los madridistas.

Pero en su tercera temporada en el club, tuvo que enfrentarse a aficionados enfadados

Sin embargo, en su tercera temporada en el club, no aprovechó sus éxitos anteriores y fue incapaz de seguir el ritmo de su rival, el Barcelona, en la Liga. Antes del derbi madrileño, que tuvo lugar en el Santiago Bernabéu el primer día de diciembre de 2012, estaba a 8 puntos del segundo clasificado, el Atlético, e incluso a 11 del primero, el Barcelona.

Así, muchos aficionados dieron voz a su descontento con el entrenador del club de sus amores durante el partido intersemanal de Copa del Rey con sonoros pitos y pancartas que sugerían la salida del técnico portugués del club.

Así, antes de dicho derbi, Mourinho dirigió sus palabras a esos mismos aficionados en rueda de prensa. Instó a estos seguidores a acudir 40 minutos antes del partido y, si querían, a dirigir sus abucheos sólo a él, pero a animar a su equipo en el encuentro.

Y una vez más, como había prometido, así lo hizo. Antes del partido salió solo del vientre del estadio y se plantó orgulloso ante los seguidores del club durante unos 90 segundos. Los abucheos de algunos aficionados se oían desde las gradas, pero quedaron ahogados por los cánticos que coreaban el nombre del técnico portugués y por la ovación de la afición. El Real Madrid ganó 2-0 aquella tarde.

Aquel día se ganó el corazón de muchos madridistas y demostró que era un hombre de verdad. Por desgracia para él, se enfrentó a las leyendas del club, terminó la temporada sin un solo trofeo y, gracias también a su controvertida personalidad, abandonó el club al final de la temporada.

Fuente: Cuentas de Twitter – Real Madrid C.F. y Sir José #Giallorossi