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Fútbol

Momentos memorables: uno de los mejores partidos de la historia o la remontada de la República Checa ante Holanda

Era el 19 de junio de 2004. Aquella mañana nadie sabía el partido histórico que nos esperaba. La República Checa desafiaba a Holanda en la liguilla preliminar de la Eurocopa, y ese duelo pasó después a la historia como uno de los mejores de la escena europea.

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Era el 19 de junio de 2004. Aquella mañana nadie sabía el partido histórico que nos esperaba. La República Checa desafiaba a Holanda en la liguilla preliminar de la Eurocopa y este duelo pasaría más tarde a la historia como uno de los mejores de la escena europea.

Sin embargo, el partido empezó horrible para los checos. Wilfred Bouma marcó en el minuto 4 para adelantar a Holanda. Los Oranjes siguieron creando grandes ocasiones. La avalancha naranja se volcaba sobre Petr Čech y a los defensas checos les costaba atrapar las carreras de Robben y compañía.

En el minuto 20 llegó el 2:0. El gran cañonero Ruud Van Nistelrooy se olvidó de la defensa checa, donde Robben le cedió el balón a puerta vacía y el delantero del Manchester United no perdonó.

Entonces Karel Brückner no pudo mirar y sacó del banquillo al todoterreno ofensivo Vladimir Smicer para sustituir al defensa Zdenek Grygera. Sin embargo, esta sustitución se produjo tras la siguiente situación.

Sin embargo, la ventaja holandesa no duró mucho, ya que Jan Koller redujo la desventaja en el minuto 23. Giovanni van Bronkhorst cometió un error garrafal, al enviar a Milan Baros en solitario. Éste corrió por medio campo, luchó con dos defensas y el portero en el área y finalmente pasó a un Koller completamente libre, que no tuvo problemas para marcar.

Los holandeses siguieron siendo muy peligrosos. En el minuto 32, Heitingha pudo disparar desde lejos, pero su tiro fue desviado justo por encima del travesaño por Petr Čech. Justo antes del descanso, Heitinga centró al área, donde Robben ganó el balón. Éste se la cruzó a Davids, que no lo dudó y cruzó el balón. Afortunadamente para el equipo checo, sólo dio en el poste izquierdo de la portería del Čech. El marcador era de 2:1.

Sin duda, los checos no tenían nada que perder y tomaron las riendas en la segunda parte. Karel Poborský estuvo muy activo por la banda derecha, intentando crear ocasiones para sus compañeros. Pero la mayor ocasión de la segunda parte fue de nuevo para los holandeses.

Robben jugó con el irlandés y centró delante de la portería justo a la cabeza de van Nistelrooy, pero Petr Cech realizó una fantástica parada para evitar un gol seguro.

En el minuto 71 llegó un regalo futbolístico. Koller se fabricó un balón largo con el pecho sobre la cal, lo puso para Milan Baros, que colocó su disparo de maravilla y golpeó en la esquina superior derecha de la meta holandesa, Van der Saar estirándose en vano.

Pero sólo un minuto después, los holandeses dispusieron de una gran ocasión. Van der Meide corrió hacia la portería, pero Cech paró su intento con el pie y desvió a saque de esquina. En ese momento se produjo un torbellino salvaje sobre el terreno de juego y un espectáculo de esplendor futbolístico.

Las ocasiones se desbordaban de un lado a otro e incluso en las gradas los espectadores estaban eufóricos. A los checos les ayudó un poco en el minuto 78 Heitinga, que derribó a un Nedved que se escapaba y vio la tarjeta roja.

El capitán checo envió un duro disparo de falta directa, que Van der Saar tuvo dificultades para desviar ante sí, mientras Rozehnal intentaba rematar, pero el guardameta holandés retiró el balón en el último momento.

85. el minuto siguiente trajo otra bomba de Pavel Nedved. El experimentado centrocampista envió un disparo desde larga distancia, pero su proyectil sólo acabó en el travesaño. Poborský llegó al balón desviado, pero su cabezazo se fue por encima.

En el minuto 88, sin embargo, la euforia desbordó a los aficionados checos. El disparo de Heinz desde el punto de penalti fue desviado por Van der Saar sólo ante Poborský, que no se precipitó y pasó el balón desinteresadamente a Šmicer, que no perdonó ante la portería vacía.

Pero el infarto continuó. Un minuto después, un solitario Bronckhorst apareció ante el checo, pero por suerte no llegó al centro desde el fondo del área.

De este modo, los pupilos de Karel Brückner pudieron respirar tranquilos y sumar tres puntos muy valiosos. Gracias a esta victoria, aseguraron su clasificación en el Grupo D y se colgaron por fin la medalla de bronce en la Eurocopa. Este partido pasará a la historia como uno de los mejores de la Eurocopa.

Fuente: UEFA, selección checa de fútbol

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