Fútbol
Petr y Filip Rada: El coleccionista encontrará a padre e hijo en las tarjetas Bravo Dukla
La empresa Legendary cards ha hecho las delicias de los aficionados al fútbol y especialmente de los coleccionistas con una serie llamada Bravo Dukla que contiene cromos de noventa jugadores, ochenta y cinco de ellos firmados, que han pasado por este famoso club. Y se pueden encontrar auténticas joyas y curiosidades.
Si se echa un vistazo a la lista de jugadores del sitio web World of Cards, no sólo aparecerán los dos poseedores checos del Balón de Oro al mejor futbolista de Europa (del mundo), Josef Masopust 1962 y Pavel Nedved 2003, sino también los campeones de Europa de 1976, los subcampeones del mundo de 1962 y los subcampeones de Europa de 1996.
Y el observador puede descubrir una curiosidad más: padre e hijo. El ex internacional checoslovaco y más tarde entrenador de la selección checa Petr Rada, que ahora trabaja como técnico en el Dukla de Praga, tiene a su hijo Filip en la plantilla. Y ambos tienen tarjeta.
Hay cuatro Rada en la plantilla. También Karel, subcampeón de Europa en 1996, y Václav. » Pero no son nuestros parientes», Petr no amplía la familia. » Un hijo es suficiente», añade con una sonrisa.
Con un título de la liga checoslovaca de 1981/1982, la última temporada del Dukla en la historia, su padre es sin duda una de las grandes figuras del club. También lo es el hijo. «Lleva en el Julisce desde niño, quince años en el equipo A, ocho de ellos en primera división», señala su padre. » Estoy debidamente orgulloso del chaval», no niega el parentesco paterno.
«Y ya estábamos juntos en el calendario de 2019, para el mes de noviembre», añade otro valor. » Lo tengo guardado, claro», admite.
El conjunto le parece una excelente idea. » Siempre es bueno recordar a los jugadores que han hecho algo en el club y esto lo ha conseguido», reconoce sobre el proyecto. «He comprado unas cuantas, me servirán para regalar», revela sobre los otros usos de las tarjetas.
Se firmaron por separado. » Yo y mis compañeros», revela el entrenador. Si le gusta más el juego a él o a su hijo, no lo adivina. «Pero eso no es importante. Me alegro sobre todo de que haya surgido algo así», repite el once veces representante checoslovaco. Y autor de dos goles, en el partido de clasificación para la Eurocopa de 1984 en Francia, a la red de la campeona del mundo, Italia.