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Fútbol

Diego Forlán fue uno de los mejores delanteros de su generación, pero soñaba con ser tenista. Su familia contó con la ayuda de Diego Maradona

Puede que no se mencione a Diego Forlán en los debates sobre los mejores futbolistas de la historia, pero sin duda fue uno de los mejores jugadores y delanteros de su generación. Brilló especialmente en el Atlético de Madrid y con la camiseta de la selección uruguaya. Llegó al fútbol por casualidad. ¿Cuál es su historia?

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Puede que no se mencione a Diego Forlán en los debates sobre los mejores futbolistas de la historia, pero sin duda fue uno de los mejores jugadores y delanteros de su generación. Brilló especialmente en el Atlético de Madrid y con la camiseta de la selección uruguaya. Llegó al fútbol por casualidad. ¿Cuál es su historia?

Quería ser tenista, pero las circunstancias le obligaron a cambiar de carrera

Diego Forlán nació en Uruguay, concretamente en Montevideo. Su padre, Pablo, fue un gran futbolista que jugó en grandes clubes de Sudamérica. Por ejemplo, el Sao Paulo, el Cruzeiro y el Peñarol, con el que se proclamó cuatro veces campeón de Uruguay. También jugó en la selección nacional.

Así que se podría entender que el pequeño Diego quisiera dar patadas a un balón como su padre. Pero en un principio no fue así. El ahora legendario delantero quería una carrera profesional en el tenis, pero no pudo ser. Aunque él mismo tomó la decisión.

La hermana mayor de Forlán, Alejandra, tuvo un grave accidente de coche con su novio Gonzalo cuando ella tenía 17 años. Ninguno de los dos llevaba puesto el cinturón de seguridad y, mientras Gonzalo murió en el acto, Alejandra quedó paralítica y sin poder mover todo el cuerpo.

Este fue el punto de inflexión en la vida de Diego. Su familia hizo todo lo posible por proporcionar a la hermana fondos para sufragar los cuidados médicos. En ese momento, el legendario Diego Maradona se enteró de todo y se apresuró a ayudar generosamente.

Fue un gran acontecimiento para el entonces niño uruguayo de 12 años. Diego ya había jugado al fútbol y tenía talento para ello, pero fue entonces cuando empezó a partirse el pan y Forlán se lanzó de lleno al fútbol.

A los 15 años, Forlán se trasladó de Uruguay a Argentina, donde empezó a hacerse un nombre en el tradicional equipo Independiente. Dejó tal impresión en aquel equipo que fue comprado por el Manchester United, dirigido por Sir Alex Ferguson, por unos entonces inmodestos 11 millones de euros.

El Manchester United no le convenía, pero se convirtió en un héroe de culto en Old Trafford

Cuando llegó el momento decisivo de su carrera, Diego Forlán tenía 22 años. Por todos es sabido que Sir Alex Ferguson tenía un olfato increíble para los grandes talentos futbolísticos. A menudo se equivocaba. Y tampoco se equivocó en el caso del todoterreno ofensivo uruguayo, sólo que su trigo no floreció en Old Trafford.

Forlán ha languidecido como goleador en Manchester. Además, se enfrentaba a una competencia demencial. Ruud van Nistelrooy, Andy Cole, Dwight Yorke y Ole Gunnar Solskjaer jugaron en los Diablos Rojos.

Así que sólo estuvo en Inglaterra hasta el verano de 2004, poco más de dos años y medio. ¿Pero no dejó ningún legado? Desde luego que no. En tan poco tiempo se convirtió en un héroe de culto en Manchester. El nombre de Forlán seguía siendo coreado por los aficionados mucho después de su marcha.

Después de todo, marcó la respetable cifra de 17 goles en 97 partidos y dio 11 asistencias. Sus dos goles contra el Liverpool, en particular, nunca se olvidarán en Old Trafford. Además, ganó cuatro trofeos con el club, incluido el de campeón de la Premier League.

La España fatal y el letal dúo atacante Forlán – Agüero

Empezó en el Villarreal

Aunque Diego Forlán se ha hecho un hueco en la memoria de los aficionados sobre todo por su paso por el Atlético de Madrid, brilló por primera vez en España con la camiseta del Villarreal. Éste lo compró a las Islas por sólo 3 millones de euros y tres años después lo vendió por siete veces esa cantidad.

Fue en el Villarreal donde Forlán, a sus 27 años, disparó tan bien que dominó las estadísticas goleadoras de la máxima competición española. En su primera temporada marcó 25 goles. En la segunda fue algo más «modesto», pero 13 goles en competición tampoco estaban nada mal. En la tercera volvió a brillar y alcanzó los 20 goles.

En un modesto equipo español, el uruguayo dio la razón a Alex Ferguson. Sin embargo, su destino no era el éxito conjunto y llegó en otra parte. En el tercer club al que representó en Europa.

La inversión del Atlético ha dado sus frutos, Forlán se ha convertido en leyenda

Puede que el Atlético de Madrid no sea el club más grande de España, pero sin duda es uno de los líderes indiscutibles. Y Diego Forlán, que llegó tras la marcha de Fernando Torres, contribuyó a ello durante su compromiso. Complementó así el megatalento ascendente de Sergio Agüero.

Y nació uno de los ataques más emblemáticos y letales no sólo de la liga española. Agüero y Forlán formaban una pareja improbable. La velocidad y rapidez de Agüero en el remate, la versatilidad de Forlán. Era una pareja hecha en el cielo.

A Forlán le ayudaba el hecho de que era muy complejo. Podía jugar en ataque, en la banda, bajo palos. Daba igual. Era genial en los saques directos, marcaba goles desde larga distancia, era igualmente genial creando juego, daba pases finales, no era perezoso en el paso, corría mucho.

En cuatro temporadas fue dos veces máximo goleador del Atlético, dos veces asistido por Agüero. Y los números de Forlán no están nada mal y demuestran su polivalencia: 198 partidos, 96 goles, 31 asistencias.

Además, incluso en el Atlético, dominó las estadísticas de tiro de la liga española y se llevó la corona de goleador. Es el único jugador que ha ganado este premio dos veces sin jugar en el Real Madrid o el Barcelona.

Es uno de los máximos goleadores de la historia del club, y además contribuyó a memorables victorias en la Europa League (2010) y la Supercopa de Europa (2010).

Una etapa fallida en Italia al principio del fin

Tras grandes años en España, Diego Forlán dejó paso a otro cañonero: Radamel Falcao. Así, se trasladó a Italia, donde sus servicios fueron utilizados por el Inter de Milán, otro gran club. Por desgracia, no funcionó como se esperaba.

El uruguayo ha tenido a menudo problemas con las lesiones. Cuando estaba sano, nunca encontraba su gran forma. Tras un año, en el que jugó 20 partidos con un balance de 2 goles y 2 asistencias, se marchó a Brasil.

Llegó a jugar con la camiseta del Internacional, pero el final de su carrera llamaba a la puerta, así que Forlán probó en la primera y segunda ligas japonesas con la camiseta del Cerezo Osaka. En Uruguay vistió la camiseta del Peñarol, donde trabajaba su padre, y también dio alegrías en las ligas de la India y Hong Kong, donde puso fin a su carrera.

Patente de gol, corazón de luchador. Todo esto lo demostró en la selección nacional

Diego Forlán dejó una gran huella en su carrera en los clubes, pero brilló aún más en la selección, demostrando su verdadero liderazgo y corazón, aunque no llevara a menudo el brazalete de capitán en el brazo izquierdo.

Actualmente es sólo el tercer máximo goleador de la historia uruguaya, pero Edinson Cavani y Luis Suárez están por delante de él, lo que no es ninguna vergüenza. Además, a menudo fue Forlán quien supo liderar al equipo en los momentos clave.

Después de todo, ganó la Copa América con Uruguay en 2011, marcando dos goles cruciales en el partido final. Además, por ejemplo, lideró a su equipo ante Argentina en unos dramáticos cuartos de final.

Sin embargo, donde más brilló fue en el Mundial de 2010. Sudáfrica se le dio increíblemente bien y Forlán marcó 5 goles y dio 2 asistencias. Fue nombrado mejor jugador del torneo, por ejemplo contra Holanda y Alemania. Uruguay terminó cuarta tras un gran torneo.

Fuente: Diego Forlán, Transfermarkt, Sportskeeda,

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