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Fútbol

Momentos memorables: Troy Deeney hace historia con un gol legendario que envía al Watford a Wembley

Puede que Troy Deeney no vista la camiseta del Watford en estos momentos, pero siempre será recordado como una de las mayores leyendas en el corazón de los aficionados y en la historia del club. Y por si fuera poco, es donde proporcionó uno de los mejores momentos de la historia del club y del fútbol en general.

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Puede que Troy Deeney no vista la camiseta del Watford en estos momentos, pero siempre será recordado como una de las mayores leyendas en el corazón de los aficionados y en la historia del club. Y por si fuera poco, es donde proporcionó uno de los mejores momentos de la historia del club y del fútbol en general.

Uno de los momentos más dramáticos del fútbol inglés, quizá un poco sorprendentemente, no tuvo lugar en la Premier League, sino en una competición inferior. La Championship es famosa por sus partidos fantásticos, finales de infarto, goles espectaculares y mucha emoción.

Los aficionados de Vicarage Road, el estadio del Watford, pudieron disfrutar de todo esto el 12 de mayo de 2013.

Los Hornets se enfrentaban al Leicester en la reedición de la semifinal del playoff. Tenían la tarea de evitar la derrota por 0:1 del partido de ida, algo que empezaron a hacer en el minuto 15, cuando Matěj Vydra marcó un gol sensacional. Su gol, sin embargo, quedó tristemente en el olvido dados los acontecimientos que se avecinaban.

Vydra marcó por segunda vez, pero como Nugent pudo marcar para los visitantes, parecía que iba a haber prórroga. Pero no se produjo.

Todo empezó por Anthony Knockaert, que se abrió paso hasta el área de penalti del equipo local en la configuración y muy voluntariamente cayó allí. El veredicto del árbitro fue claro: El defensa Marco Cassetti cometió falta sobre el delantero del Leicester, penalti.

Los jugadores y aficionados del Watford se quedaron estupefactos. En el minuto 90+7 estaban a un tiro del balón de un final de temporada muy amargo y polémico.

El penalti lo lanzó el propio Knockaert y como se suele decir: el resto es historia. Por desgracia para Knockaert, es un poco diferente de lo que probablemente hubiera querido.

El guardameta Miguel Almunia se ocupó del penalti y del posterior remate, y antes de que Knockaert pudiera recuperarse, los jugadores del Watford ya habían lanzado un contragolpe y habían llevado el balón al otro extremo del campo.

Fernando Forestieri envió un centro al área directo a Jonathan Hogg, que se encontró con la defensa de los Foxes, liderada por Kasper Schmeichel, confiado en rematar.

Hogg, sin embargo, se limitó a bajarle el balón a Deeney, que literalmente lo embistió en una portería casi vacía, ganando el partido para su equipo y enviándolo a la final que se jugará en Wembley. En cuestión de segundos, el ambiente en el estadio pasó de 0 a 100.

Deeney saltó directamente a la grada entre los hinchas, otros aficionados corrieron al campo y lo celebraron allí mismo con los jugadores. No querían ser menos, acababan de presenciar uno de los mejores momentos del fútbol.

En ese momento, todo el club y sus seguidores debieron pensar que nada podría detenerles, pero ocurrió todo lo contrario. Perdieron la final contra el Crystal Palace tras el gol de Wilfried Zaha y tuvieron que esperar dos años para lograr el soñado ascenso. Pero ésa es otra historia.

Fuente: Livesport

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