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Champions League

Un penalti desperdiciado, un gran Stanek y un merecido ascenso. En Plzeň, Mosquera decidió

La clasificación para la Liga de Campeones continuó con los partidos de vuelta de la tercera ronda preliminar, entre ellos el del Viktoria Plzeň contra el Sheriff Tiraspol. Los occidentales saltaron al césped del Doosan Arena con una ventaja de 2:1 respecto a Moldavia. Y los pupilos del entrenador Bilek afrontaron la situación a la perfección. Tras el resultado de 2:1 en la revancha, los Bohemios Occidentales tienen asegurada al menos la fase de grupos de la Europa League.

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La clasificación para la Liga de Campeones continuó con los partidos de vuelta de la tercera ronda preliminar, entre ellos el del Viktoria Plzeň contra el Sheriff Tiraspol. Los occidentales saltaron al césped del Doosan Arena con una ventaja de 2:1 sobre Moldavia. Y los pupilos del entrenador Bílek afrontaron la situación a la perfección. Tras el 2:1 de la revancha, los bohemios occidentales tienen asegurada al menos la fase de grupos de la Europa League.

Los primeros minutos depararon sobre todo un buen trabajo defensivo del Viktoria, que hizo frente a varias insinuaciones del rival. A los cinco minutos, un centro de Pernambuc fue rechazado por Luděk Pernica. Durante mucho tiempo, Plzeň ni siquiera pudo entrar en su propio campo de ataque.

No fue hasta el minuto 9 cuando Plzeň apareció por primera vez en un ataque serio y un minuto después, tras una combinación a lo largo del eje Bucha – Kalvach – Chorý – Kliment, los locales se adelantaron en el marcador. El gol valió su peso en oro para los bohemios occidentales, acercándoles al ascenso. El marcador total del doble partido fue de 3:1.

Los momentos siguientes no depararon mucho interés. No fue hasta el minuto 26 cuando el ambiente en el estadio volvió a mejorar, al menos durante un rato. Evangelou sujetó a Choré en el área y, al igual que hace una semana, se señaló penalti. Pero, al contrario que en el primer partido, el delantero del Viktoria, objeto de falta, falló el gol. Esto dejó al Plzeň con sólo una ventaja de 1:0.

Los jugadores de Plzeň jugaron de manera disciplinada y no permitieron que Sheriff tuviera ninguna oportunidad. No fue hasta el minuto 37 que Mudasiru disparó desde larga distancia, pero su tiro sólo saludó a los aficionados de las filas superiores. El equipo moldavo parecía desesperado por momentos.

Hasta el final del periodo, el equipo visitante tuvo más tiempo el balón, pero no creó ocasiones de peligro. Después de 45 minutos, el marcador era de 1:0. Plzeň estaba a un medio tiempo de la progresión.

Justo al comienzo de la segunda parte, tras la primera acción de Plzeň, Šeriff se incorporó al ataque y después de que Havel tocara con la mano en el borde del área por la derecha, se decretó el siguiente penalti del partido. A diferencia de Chorý, Rasheed Akanbi lo convirtió con facilidad para igualar el partido a 1-1.

Ya en el minuto 49 pudo llegar una rápida respuesta, Kopic fue detenido primero por el defensa Kiki y luego por el guardameta Abalora. Sesenta segundos después, Stanek estaba en el otro lado, deshaciéndose de un disparo de Mudasir. Justo después realizó una segunda parada clave. Un cabezazo de Ouattara desde un área pequeña podría haber puesto por delante al Sheriff.

El Tiraspol superaba ampliamente a los locales, que cometían errores en los pases y a veces su juego parecía caótico. Por eso Libor Holík, defensa, entró en el campo en sustitución del delantero Jan Kliment y cambió la formación del Plzen. Tras una hora de juego, el marcador era de 1:1 y 3:2 para Plzeň.

Pero no duró mucho. En el minuto 61, el Viktoria ejecutó un saque de esquina desde el lado izquierdo y Jhon Mosquera despejó a la red el centro de Kalvach. Los pupilos del entrenador Bílek volvían a tener una ventaja de dos goles en ambos partidos.

Otra gran ocasión llegó a falta de unos diecisiete minutos, cuando Stanek tuvo que ser ayudado por uno de sus compañeros en su segundo disparo. Al Tiraspol se le acababa el tiempo para empatar y forzar la prórroga.

Stefanos Evangelou puso el último clavo en el ataúd de Moldavia al zancadillear a Sykora, que se escapaba, a falta de cinco minutos para el final. Recibió la segunda amarilla y el Plzeň se quedó con diez hombres. Y con ello la certeza de 250 millones de coronas por ascender en la competición.

Al final del partido no ocurrió nada importante, por lo que pudo estallar una alegría sin límites. Dentro de una semana, el Plzen jugará la cuarta ronda previa de la Liga de Campeones y, si mantiene su porcentaje de éxito del 100% en las Copas de Europa, podríamos esperar verle en la competición millonaria.

Fuente: UEFA

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