El Hertha quería competir con el Bayern, pero ni siquiera está cerca de cumplir sus ambiciones. Por qué no funcionó y cuáles son las posibilidades de un mañana mejor?

El Hertha de Berlín está viviendo una temporada trágica, luchando por mantenerse en la élite. No hace mucho declaró que quería convertirse en un gran club alemán para competir con el Bayern por el título. Incluso trajo refuerzos bastante caros. ¿Por qué el club berlinés nunca se ha acercado a sus ambiciones?

Era junio de 2019, se suponía que iba a ser un momento histórico. El Hertha de Berlín había pasado a ser propiedad del empresario alemán Lars Windhorst y su empresa de inversiones Tennor Holding B.V. Era la mayor operación financiera de la historia de la Bundesliga.

La motivación era clara. El nuevo propietario del club berlinés afirmó que quería hacer del Hertha un club digno de Berlín, la capital alemana. De hecho, en comparación con otras ligas europeas, sólo en la primera división alemana no había habido un equipo estable y competitivo de la capital en la liga desde hacía mucho tiempo. El Hertha ganó el título por última vez en 1931, es el club más antiguo de Alemania.

El objetivo era, por tanto, competir con el Bayern y convertir al Hertha en uno de los mejores clubes no sólo de Alemania, sino de toda Europa. Han pasado casi tres años y no sólo se ha perdido la esperanza, sino que desde hace tiempo no hay mucho optimismo en el club.

Los planes del Hertha eran grandes

Apenas unos días después de que se completara la venta del club, el entrenador y leyenda del club durante muchos años, Pál Dardai, fue despedido. El Hertha intentaba conseguir un gran nombre como entrenador. Sin embargo, Erik Ten Hag o André Villas-Boas rechazaron la oferta.

Así pues, Dardai fue sustituido por Ante Covic, que tenía una larga y muy exitosa carrera en el equipo reserva. Se trataba de un entrenador progresista y prometedor. ¿Y que tenía la plantilla más débil a su disposición? No se puede decir eso. Puede que no tuviera un equipo que pudiera luchar por las copas, pero desde luego tampoco debería haber estado luchando por la permanencia. Pero estaba sucediendo.

La comedia de Klinsmann

Como ya se dijo, a Covic no le fue muy bien como entrenador. Así que, en noviembre de 2019, fue sustituido cuando el Hertha estaba en aguas del descenso. ¿El sustituto? El legendario Jürgen Klinsmann. Empezó a exigir mucho, tenía ambiciones que cumplir, tenía la experiencia para hacerlo. La ventana de traspasos de invierno se presentaba así.

En enero, el Hertha incorporó a Krzysztof Piatek, Matheus Cunha y Lucas Tousart. Sin embargo, Tousart no se incorporó al equipo hasta la nueva temporada. Pero su llegada procedente del famoso Lyon fue una señal clara.

Después de todo, el propio centrocampista francés afirmó que el Hertha puede ser sin duda el PSG alemán y dominar absolutamente su liga. Probablemente él mismo no tenía ni idea de lo equivocado que estaría. Aunque Klinsmann lo incorporó al equipo, ni siquiera jugó a sus órdenes.

Klinsmann, de hecho, sólo había entrenado al equipo durante diez partidos. Tres victorias y tres empates. Sacó al Hertha de la zona de descenso. Pero entonces dimitió. Y lo anunció en las redes sociales. ¿El motivo? No sentía suficiente apoyo y cohesión, dijo que el club estaba haciendo poco para mantenerse arriba. Así que en febrero de 2020, todo había terminado.

¿Cuál es el problema?

Desde junio de 2019, cuando el Hertha anunció grandes ambiciones, cuatro entrenadores han estado en el banquillo hasta diciembre de 2021. Tras Covic y Klinsmann, llegó Bruno Labbadia para apagar el fuego y fue sustituido por el retornado Pál Dardai en enero de 2021.

Ninguno de los cuatro entrenadores pudo colmar la ambición. Ni siquiera acercarse. Así que le tocó al director deportivo Michael Preetz, que se retiró en enero de 2021, poner su cabeza en la guillotina tras 12 largos años en el cargo.

Según varios expertos, Preetz es la razón por la que el Hertha ha sufrido de forma tan notable. Puede presumir de haber sido el responsable del récord de gasto del conjunto berlinés en la ventana de traspasos de enero en toda Alemania, pero no ha conducido a nada.

Entre 2009 y 2021, Preetz despidió a 11 entrenadores, gastando además más de 200 millones de euros, pero eso no se ve por ninguna parte. En definitiva, ningún refuerzo ha cuajado. Al menos en el último tiempo, el Hertha ha gastado la mayor cantidad de su historia.

Los 4 fichajes más caros de la historia del club se produjeron en la primera temporada tras la llegada de un rico inversor, y ni un solo jugador se convirtió en una pieza importante del equipo, por no hablar de llevar al equipo al éxito.

Preetz prácticamente no ha sabido identificar ninguna filosofía adecuada. No apostó ni por jóvenes talentos ni por jugadores preparados. Tampoco ha acertado en sus elecciones como entrenador. Recibió el dinero y no supo qué hacer con él. El club era un caos absoluto y estaba en declive.

¿Ayudará un cambio de director deportivo?

Preetz no está en el club desde enero de 2021 y ha sido sustituido por Fredi Bobic, que hizo un trabajo fantástico entre 2016 y 2021 en el Eintracht de Frankfurt, que no solo jugaba un fútbol realmente atractivo, sino que también atraía a jugadores interesantes, vendía bien y era competitivo.

Por algo menos de la ridícula cifra de 42 millones de euros, Bobic trajo a Fráncfort a jugadores como André Silva, Luka Jovic, Ante Rebic y Sébastian Haller. Poco después, ganó 100 millones con este trío. Además, el Frankfurt también entró en Europa, ganando más dinero.

Bobic empezó a vender jugadores innecesarios inmediatamente después de su llegada al Hertha y, en su lugar, hizo todo lo posible por dar una oportunidad a la juventud y al talento. Pero no tenía ni tiene las manos libres. En verano, por ejemplo, no pudo despedir al entrenador Dardai a pesar de que quería hacerlo. Difícilmente pudo entonces hacer cambios notables en la estrategia y los procesos dentro del club. Lo único que tenía que hacer Dardai para conservar su puesto era no dimitir, y así lo hizo.

Sin embargo, perdió el puesto en noviembre de 2021. Incluso las personas por encima de Bobic no podían pasar por alto el hecho de que no había camino hacia el éxito con Dardai. Pero en noviembre, Bobic no había logrado gran cosa en su búsqueda de un entrenador. Así que al menos trajo al especialista en descensos Tayfun Korkut.

Bobic está en el cargo o Es demasiado pronto para burlarse, ahora sólo puede empezar. PERO…

De momento, el objetivo está claro. El Hertha tiene mucho que hacer para mantenerse. Actualmente ocupan la 17ª posición, lo que significa el descenso directo. Pero seguro que aún quieren luchar por los puestos de no descenso. Pero si el rescate tiene éxito, al Hertha sólo le espera un futuro brillante.

Bobic empieza a tomar posesión de su cargo y es probable que Korkut no siga en el banquillo al final de la temporada. Podría ser sustituido por Niko Kovac o Roger Schmidt, cuyo contrato en el PSV Eindhoven expira en verano.

¿Por qué Kovač? Berlín es su ciudad natal, ha jugado más de 200 partidos con el Hertha y ya tuvo un exitoso paso por el Fráncfort a las órdenes de Bobic. Juntos podrían asegurar un futuro brillante al Hertha.

Bobic también ha reformado prácticamente todo el departamento de ojeadores, trayendo a dos ojeadores del Frankfurt y a otro del Arsenal. Se está construyendo una red más amplia de detección de talentos.

Pero todo tiene sus «peros». En este caso, el ya mencionado de mantener a los ases en la élite es crucial. El propietario de Windhorst está descontento con la falta de poder de decisión y con los resultados. No quiere inyectar más dinero en el equipo sin saber si tiene sentido.

Bobic podría ser el hombre. Pero tiene que ganarse la confianza, y no sólo con los resultados. Si alguien tiene la capacidad para cumplir las ambiciones del Hertha, es él.

Fuentes: Hertha BSC, Bulinews, Bild, Transfermarkt